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Los actos de violencia por parte de jóvenes embozados volvieron a hacerse presentes, pese
al despliegue de más de 4 mil 100 elementos policiacos para resguardar la marcha conmemorativa de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968, y la actitud disuasiva y de contención por parte de autoridades capitalinas para evitar los actos vandálicos.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal consideró preocupante que en un contexto de ejercicio de libertad de manifestación y protesta social, un grupo focalizado de personas recurra al enfrentamiento y aproveche para agredir a policías.

"La violencia registrada de ningún modo forma parte del derecho a la libre manifestación",
expresó el organismo en un comunicado