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La Contraloría General del Instituto Federal Electoral (IFE) proyecta realizar el próximo año, un total de 13 auditorías financieras, al ejercicio del gasto y contratación de obra de ese organismo.

De acuerdo con lo planificado por el instituto, además llevará a cabo 29 revisiones a sus órganos desconcentrados, lo que arrojará un total de 42 ejercicios de inspección.

El escrutinio se aplicará en un periodo en el que el IFE y el contralor general, Gregorio Guerrero Pozas, están por concluir sus funciones.

El IFE dará paso en los próximos meses al Instituto Nacional Electoral (INE), con una nueva estructura, nuevas responsabilidades de gasto, operación, toma de decisiones, aún por rediseñar, en tanto que Guerrero Pozas terminará su periodo como contralor en abril próximo.

De acuerdo al Programa Anual de Trabajo que hoy conocerá el Consejo General del IFE, de las 13 revisiones por aplicar por la Contraloría, seis serán financieras, tres de obra pública y servicios relacionados, y cuatro de seguimiento.

Todas las verificaciones se realizarán en los primeros nueve meses de 2104, con el fin de garantizar la actuación de la Contraloría General del instituto electoral como un órgano de fiscalización profesional, más allá de la titularidad que dejará Guerrero Pozas.

En el Programa Anual, la Contraloría destaca las auditorías que se harán al uso de recursos públicos para los viáticos y pasajes, combustibles y comunicación.

Según esas conclusiones, hay duplicidad de plazas y gastos en exceso, cuya limitación podría generar ahorros millonarios.

Las seis auditorías financieras se realizarán a los capítulos de gasto 1000 Servicios Personales; 3000 Servicios Generales y 5000 Bienes muebles, inmuebles e intangibles.

También se analizarán las operaciones registradas en el capítulo 4000 Transferencias, Asignaciones, Subsidios y Otras Ayudas.

Las auditorías se llevarán a cabo durante los primeros meses del año en veinte Juntas Locales Ejecutivas, “las cuales fueron seleccionadas en función de los criterios de importancia relativa y presencia”.

El Programa Anual indica que ante la eventual reforma al funcionamiento del IFE es posible que los cambios que sufrirá —para convertirse en INE— sean “una ventana de oportunidad revisar los proyectos que permitan revertir la problemática administrativa existente”.