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El Instituto Federal Electoral (IFE) y la empresa alemana Giesecke y Devrient de México firmaron el contrato multianual por 45.5 millones de dólares para la producción y entrega de 68.3 millones de credenciales para votar.

La contratación sólo tuvo un desfase de una semana, derivado de la solicitud de la firma NEC de México para suspender el proceso, lo que fue rechazado por la Contraloría Interna del instituto.

Pero eso no implicó un retraso en los tiempos proyectados, informó el encargado del Registro Federal de Electores (RFE), René Miranda Jaimes.

La ganadora de la licitación pertenece a un grupo empresarial de Alemania del sector tecnológico; en noviembre deberá tener listo el primer centro de producción de micas.

Miranda Jaimes expuso que las credenciales ya cuentan con nuevas medidas de seguridad. Entre las mejoras del modelo están nuevos materiales de seguridad, sellos de agua y mecanismos que eviten la falsificación.

La Contraloría rechazó la suspensión solicitada por NEC por considerar que la inconformidad no afecta el sentido del fallo emitido, además de que concederla retrasaría la construcción del Centro de Producción, con lo que no podría dotarse a tiempo a los ciudadanos de un instrumento para votar.

Sin embargo el recurso aún será analizado de fondo por la Contraloría.

NEC planteó que no se había justificado el puntaje de 3 puntos (de 9 posibles) que el instituto dio a su evaluación de propuesta financiera, pues habría ofrecido una garantía de 240 millones de pesos, superior a los 80 requeridos.