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La reforma hacendaria propone la simplificación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) empresarial a través de una nueva ley que elimina o acota los tratamientos especiales o regímenes preferenciales actualmente existentes.

Entre los aspectos más importantes de la nueva ley destaca la eliminación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE).

Con ello desaparece el sistema complejo de tres impuestos y queda únicamente el gravamen principal, lo que simplifica su cálculo y administración, de tal forma que las autoridades buscan ampliar la base del impuesto.

Entre los regímenes y tratamientos especiales que se acotan o eliminan con la nueva ley destacan: la eliminación del Régimen de Consolidación, y se propone crear un régimen fiscal opcional de grupos de sociedades que permitan el diferimiento por un máximo de tres años del ISR y no de diez años como sucedía con la consolidación.

Otras medidas que se proponen sean restringidas o eliminadas son: la deducción inmediata de la inversión; el Régimen Simplificado; el Régimen de Sociedades Cooperativas de Producción; el tratamiento de las ventas a plazos; la deducción de operaciones con partes relacionadas, y la deducción del consumo en restaurantes, entre otros.

En materia del ISR personal, se propone aumentar la tasa máxima del ISR para personas físicas aplicable a contribuyentes con altos ingresos. Así, los ingresos anuales de hasta 500 mil pesos continuarán estando gravados a una tasa máxima de 30% y para ingresos mayores a ese nivel se introduce un nuevo escalón con una tasa máxima de 32%.

Por ejemplo, una persona que recibe un sueldo bruto mensual de 41 mil 666 pesos pagará 32% de impuesto y terminará recibiendo 28 mil 333 pesos libres.

Adicionalmente, se propone establecer un gravamen a los ingresos de las personas físicas por enajenación de acciones en bolsa y un impuesto adicional a los dividendos que distribuyan personas morales. En ambos casos, el impuesto será cedular y tendrá una tasa de 10%.

Con ello, se incluyen en la base del impuesto ingresos que se concentran exclusivamente en los sectores más favorecidos de la población y se cierra el espacio para prácticas de evasión y elusión fiscales observadas en el pasado.

Asimismo, se introduce un límite al monto de las deducciones personales que se pueden realizar en un año. El límite, al ser equivalente al mínimo entre dos salarios mínimos anuales y 10% del ingreso bruto del contribuyente, será más estricto para personas de mayores ingresos.

Por último, se limitan beneficios al régimen de maquila y se disminuye la exención en la venta de casa habitación de 7.4 millones de pesos a 1.2 millones.

Una de las propuestas novedosas que presenta la iniciativa presidencial consisten en el establecimiento de un régimen denominado de incorporación el cual tendrá una duración máxima de seis años en el cual se establecerá la posibilidad de tomar disminuciones a la carga impositiva de hasta un 100% en el primer año y paulatinamente ira aumentando la carga impositiva.

Con esta medida se busca migar el impacto de la desaparición de los regímenes simplificado, intermedio y de pequeños contribuyentes, además de fomentar el crecimiento de las actividades empresariales en el país.