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De pechito se ponen las comisiones unidas que tienen el proyecto de reforma energética en trabajos de parto, mismos que se les complican. Los senadores perredistas aprietan: hacen mutis al salirse del salón donde se iba a convocar, por fin, a reunión este domingo para debatir el dictamen.

Y proclaman que no volverán y exigen que se reúna la Junta de Coordinación Política (Jucopo) para poner por escrito los acuerdos de un debate energético, de veras serio, no ese rosario de incumplimientos de palabra, cancelación de reuniones, negociaciones en “lo oscurito” y un tropel de faltas de respeto a los legisladores, de lo que nada corresponde a la trascendencia del tema a discutir.

Tras ellos han ido los senadores Enrique Burgos García, David Penchyna Grub y Miguel Ángel Chico Herrera, priístas ellos, pero cuando llegan a la puerta de la sala Heberto Castillo del PRD, ha iniciado una conferencia de prensa en la que Dolores Padierna Luna, Alejandro Encinas Rodríguez, Luis Sánchez Jiménez, Zoé Robledo Aburto, Fernando Mayans Canabal, Rabindranath Salazar Solorio y Raúl Pedroza, dicen que no volverán a la reunión que debía haber iniciado dos horas antes. Otra vez, el tráiler de la reforma energética está detenido.

Si hay humildad en el Senado de la República, la tiene Burgos García. Da la cara. Se planta en el quicio de la puerta de la sala, donde habla Padierna Luna. Con un ademán pretende abrir un diálogo a señas y a la distancia con Encinas Rodríguez, quien forma la figura de “un momentito” con pulgar e índice.

Priístas tragan saliva

Los priístas tragan saliva y mantienen sus rostros inexpresivos, sin demostrar emoción alguna, pero allí se mantienen en un modo de, “a ver a qué horas me haces caso”. Está en juego el alumbramiento de la gran reforma. Oyen todo lo que los perredistas y Manuel Bartlett Díaz (PT) quieren decir a los periodistas.

Acaba la conferencia de prensa. Sin protocolos, que son la especialidad de la casa, entran los priístas. Penchyna Grub explica que en la madrugada se trabajaba en el proyecto de dictamen, que hubo un error técnico en la numeración de las páginas. “Disculpen”, pues. Así de sencillo.

Encinas Rodríguez disfruta el rato. Toma un micrófono y lo acerca a Penchyna Grub para que todo mundo escuche con claridad. Reciben la invitación a volver al aro, donde, ha dicho la izquierda legislativa, los espera una mayoría aplastante a la que, sin embargo, han puesto en aprietos un día sí y al que sigue, pues también. “A las 13 horas”, dice Penchyna Grub, reanudan.

El puerto de mando se abre y allí el coordinador de los legisladores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, plantea la solución al brete, que es darle la vuelta a la escaramuza y dictar disposiciones, que el presidente de la Jucopo, Jorge Luis Preciado Rodríguez (PAN) somete a votación y que recibe el sufragio unánime.

Y sale a la luz ese proyecto de dictamen que marcará la historia del Congreso de la Unión y del país.