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El presidente de la Comisión de Energía del Senado, David Penchyna (PRI), dijo que la reforma energética aprobada por las cámaras de Senadores y Diputados careció del debate de la izquierda, aun cuando propuestas originales de Cuauhtémoc Cárdenas están incluidas en el decreto.

Entre los planteamientos de Cárdenas contenidos en la reforma, los cuales la izquierda votó en contra en el Senado y en la Cámara Baja, está el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex); dotarla con una estructura corporativa enfocada a la eficiencia y eficacia; garantizar la seguridad industrial en el sector de energía y manejar un fondo petrolero.

La reforma votada, incluso, va más lejos, por ejemplo, al dar autonomía de decisión presupuestal a Pemex, a la vez de que como Cárdenas lo propone, en el sentido de asegurar contenido nacional en procedimientos de contratación.

La negociación de la reforma energética se llevó adelante entre PRI y PAN, desde una posición de centro que marcó el presidente Enrique Peña Nieto, y a partir de la cual los priístas en el Senado “nos abocamos a construir lo que ya es un modelo energético, industrial, económico, que representa el cambio más importante de México en 60 años”.

Comentó: “Me dicen que se pusieron más cosas del PAN, y a ello podemos decir que había conciencia de que solos no íbamos a sacar nada, y queríamos que transitara algo congruente, y lo obtuvimos”. Afirmó: “No se aceptaron concesiones: están prohibidas en el texto del 27 Constitucional, y el PRD no está bien documentado cuando dice que concesiones y licencia es lo mismo. El concepto es distinto.

“Creemos que con el modelo de contratos aprobado, las posibilidades de atraer inversión, de disminuir los riesgos, de ser un mercado competitivo y tener competencia, es más que suficiente”.

Entrevistado en su oficina, dijo que el proceso legislativo que se llevó con la reforma energética deja a la bancada del PRI “un saldo de frustración”, al haber topado con “una izquierda que no tiene debate energético; lo que tiene son consignas de hace 80 años, y que le da prioridad en su discurso a atender a su clientela, a tener popularidad electoral”.

Afirmó que el debate de la izquierda “se redujo a acercar aquí (a la sede del Senado) a golpeadores, que nunca rebasaron las mil personas, tratando de poner en jaque a una institución democrática”, como lo son las cámaras del Congreso en el que se garantiza la expresión de las diferencias y coincidencias.

Luego, agregó, este jueves (ayer) “en la Cámara de Diputados, el debate de la izquierda se redujo a un hombre que se desnudó, que golpea legisladoras, que toma abruptamente el pleno. Qué tristeza que el debate se reduzca a eso”.