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Por unanimidad, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó, con 481 votos a favor, un dictamen que obliga a que todas las escuelas públicas y privadas del país cuenten en un plazo máximo de tres años, con bebederos de agua potable, para combatir el sobrepeso infantil y juvenil.

La minuta, que fue turnada al Senado, reforma los artículos 7, 11 y 19 de la Ley General de la Infraestructura Física Educativa, y fue presentada por la diputada priísta Adriana Fuentes e impulsada por Manlio Fabio Beltrones Rivera, Héctor Humberto Gutiérrez de la Garza, Manuel Añorve Baños y Marco Antonio Bernal Gutiérrez.

En sus artículos transitorios establece que el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa dará prioridad a las instalaciones con más de 100 alumnos y procurará que todas las instituciones cuenten con bebederos de agua potable en un plazo máximo de tres años, a partir de la publicación del presente decreto.

En la argumentación se señala que la adopción de esta medida evitará que los alumnos opten por el consumo de bebidas azucaradas e incidirá de manera favorable en sus hábitos de consumo.

En el caso de los planteles particulares, estarán obligados a instalar bebederos respecto a su matrícula inscrita en el término de un año, a partir del día siguiente de la promulgación del decreto.