Lavadores pasaron inadvertidos en el país
silvia.otero@eluniversal.com.mx
Los dos operadores financieros del cártel de Los Zetas, identificados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como sujetos clave en la red del manejo de fondos de la organización, fueron detenidos desde el año pasado en México, pero sin que se les ubicara como colaboradores de alto perfil. Sus casos ni siquiera fueron destacados por las autoridades como aprehensiones relevantes del sexenio anterior, que se caracterizó por publicitar los golpes a estos grupos criminales.
Sin embargo, las investigaciones de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) concluyeron que los mexicanos José Odilón Ramírez Perales e Ismael López Guerrero —quien también utiliza el alias de Gilberto Godina Guerrero— eran operadores de lavado de dinero del cártel, a quienes se les busca congelar cuentas en ese país por 20 millones de dólares.
Ramírez Perales, de 41 años, nacido en Nuevo Laredo, Tamaulipas, es identificado por EU como el responsable de “lavar decenas de millones de dólares” de las ganancias ilícitas obtenidas por Los Zetas en ese país, numerario que después se traficaba a México.
Este hombre apodado El Kuno tiene desde julio del año pasado una orden de arresto en una Corte de Distrito de Texas por lavado de dinero, por los 20 millones de dólares.
Aunque fue detenido el 14 de octubre de 2012, como parte de tres operativos distintos que realizó ese día personal de la Secretaría de Marina en Coahuila, en uno de los cuales fue aprehendido el presunto jefe regional de Los Zetas, Miguel Ángel Rodríguez Díaz, Alfa Metro, fue la captura que destacó en ese momento la Semar, por el golpe que representó a la organización.
Ese día en otras de las acciones, los infantes de Marina aprehendieron en Monclova a Ramírez Perales, “debido a la actitud de nerviosismo ante la presencia de los elementos navales”, según un comunicado de la dependencia; es decir, su captura no era un objetivo.
Al sospechoso se le detuvo ya que al inspeccionar su maleta de viaje se encontraron ocho paquetes de cocaína, un arma corta y 460 cartuchos útiles de diversos calibres; después confesó pertenecer a Los Zetas, y ser encargado de empaquetado de la droga.
Sobre López Guerrero, de 35 años, oriundo de Piedras Negras, Coahuila, no existe siquiera una referencia de su detención en julio de 2012 en México, aunque está recluido en el penal de máxima seguridad federal en Tamaulipas. Enfrenta cargos por delitos contra la salud.