INM exhibe memoria de migrantes
. (Foto: Miguel Espinoza / EL UNIVERSAL )
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En 1955, Fidel Castro Ruz, ex presidente de Cuba y líder de la Revolución, declaró que era católico, se internó como turista y dijo que el motivo de su viaje era descansar. Como señas particulares de Luis Buñuel, le anotaron que tenía lunares en la cara. Remedios Varo se hospedó en el Hotel Londres en Plaza Buenavista.
El registro señala también que el actor lituano Estanislao Shilinsky sólo tenía la educación primaria. El boxeador Wolf Ruvinskis vivió en la colonia Doctores. El escritor de Color de ojos azules, León Trotsky, señaló que Diego Rivera podía dar referencias suyas.
No son versiones rescatadas de sobrevivientes. Cada uno de los datos está en un documento oficial, ya amarillento, pero no roto aún, y bien conservado como para alcanzar a leer a mano o a máquina su estado civil, su altura, el color de sus ojos, su profesión, su domicilio, su motivo de visitar o vivir en México y la fecha de cuando lo hicieron.
No, tampoco es el sistema de inteligencia mexicano, sino registros de ingresos de los extranjeros que forman parte del Instituto Nacional de Migración (Inami), dependiente de la Secretaría de Gobernación, y que en ocasión de su aniversario número 20, exhibe desde el pasado 19 de octubre y todo este mes de noviembre en el lobby de sus instalaciones.
En este espacio se han colocado documentos que datan desde 1929, como lo es un telegrama dirigido al secretario de Gobernación y firmado por el presidente Emilio Portes Gil donde pide a la oficina de Migración en el Suchiate, en Chiapas, “permitir desde luego el paso a territorio nacional del general nicaragüense César Augusto Sandino y los ayudantes que lo acompañan, proporcionándoles toda clase de facilidades para que continúen su viaje al puerto de Veracruz”.
En un correograma de la Secretaría de Relaciones Exteriores “reservado” y de 1948, leemos también que, el entonces oficial mayor Alfonso Guerra, solicita auxilio al secretario de Gobernación para que Gabriela Mistral, cónsul de Chile en Los Ángeles, y su secretaria Consuelo Saleva “reciba toda clase de facilidades a su internación a fin de que no tengan la menor molestia y su estancia en México sea grata”.
Sabemos que el historiador austriaco Friedrich Katz fue invitado por la UNAM a impartir cursos sobre Teorías Europeas en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en 1969 cuando tenía 41 años.
Aparece en esta selección el comerciante español de libros José Porrúa Estrada, quien en 1932 llegó a México por el puerto de Veracruz y quien dijo profesar la religión romanista. Su lugar de residencia, la esquina de Argentina y Justo Sierra.
Es el archivo histórico migratorio del Inami que alberga muchos más registros en sus instalaciones sobre calzada de Tlalpan. Es así como comparten espacio Federico García Lorca, Gabriel García Márquez, Elena Poniatowska, Dámaso Pérez Prado, Frank Sinatra, Marion Robert Morrison Brown “John Wayne”, Pablo Neruda y cualquier nombre de extranjero, famoso o de a pie, que se venga a la mente y que haya ingresado de manera legal al país.
El acervo del archivo de extranjeros que se han internado en el país rebasa los dos millones. Unos 800 mil se encuentran digitalizados. Este proceso que recurre a las nuevas tecnologías inició en 2003 y en 2006 se logró digitalizar el 100% de todos los expedientes entre 1867 a 1964, con un total de 463 mil 447.
Fue Antonio Biro Shoen, un empleado federal de Hungría, el que en 1942 obtuvo el primer Registro Nacional de Extranjeros (FM1), con el que inició la numeración consecutiva de las formas migratorias. Esto lo mandataba la Ley de Migración promulgada en 1926 con el objetivo de documentar las entradas y salidas de los migrantes.
Antes de esta sistematización, los registros se hacían y se conservaban, pero no se contaba con la diversificación de los estatus migratorios, ni con un número que identificara de manera particular a cada migrante extranjero.
Migrantes deportistas
Los archivos hablan también de la época marcada por la llegada de deportistas. El ex portero del Cruz Azul, José Miguel Marín Cotto, de un metro 80 de altura y conocido como El Gato Marín, debutó en México en 1991.
María Fernanda García Villalobos, directora general de Regulación y Archivo Migratorio, explica que cualquier persona puede consultar documentos históricos de personas que ya fallecieron, a través de una solicitud a la dirección de Archivo Migratorio. También de aquellas personas reconocidas vivas y cuya información sea pública y disponible en otros medios como internet.
Se puede, por ejemplo, ver los documentos de Fidel Castro, pero también aquellos en los que consta que Tina Modotti, modelo de Diego Rivera y expulsada del país por causas políticas en 1930, reingresó en 1939 como Carmen Ruiz Sánchez de nacionalidad española y regularizó su internación a México con nombre real hasta el 5 de abril de 1940.
Según registros, luego de la época contemporánea, en las décadas de los 30 y 40, se dio la mayor oleada de extranjeros provenientes principalmente de España. A varios de los extranjeros en México se les llegó a dar un libro de piel, que correspondía a su documento migratorio con sus datos escritos a mano.
Algunos lo conservan y les sirve, pero hoy se les recomienda hacer el cambio por una tarjeta, que es la que hoy expide el INM a los extranjeros. El objetivo, de acuerdo García Villalobos, es que el próximo año continúen los registros en papeles físicos, pero que además se digitalicen en tiempo real. Actualmente se resuelven por año unos 300 mil trámites.