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ACAPULCO, Gro.— Muchos piensan en La Pintada como una comunidad hermosa, “tan bonita como El Paraíso”, recuerdan algunos en alusión al pueblo vecino que hacía honor a su nombre y que también fue devastado.

Ahora la mayoría de La Pintada, población cafetalera a unos mil 80 metros de altitud, quedó sepultada con su hermosura y con decenas de personas.

Sobrevivientes dicen que por la dificultad del rescate de cuerpos, se ha pensado en hacer un camposanto ahí y reubicar a los que quedaron.

El pasado 16 de septiembre, la mayoría de la gente en ese lugar del municipio de Atoyac de Álvarez permanecía refugiada en sus casas por la intensa lluvia que no había parado.

Algunos se disponían a ir por una ración de pozole que les proporcionaría el comisario ejidal Pedro Bartolomé Rodríguez con motivo de las fiestas patrias.

Con el altavoz los llamaba, sin imaginarse nadie la tragedia que provocaría un alud que en segundos se llevó decenas de casas.

“Fue como una explosión que reventó el cerro y en segundos la tierra se vino abajo y las casas se venían como corriendo y otras quedaban enterradas”, relató hace dos semanas luego de ser rescatada Amelia Saldaña Gregorio, quien perdió a sus cuatro hijos y a su madre en ese punto a 70 kilómetros del puerto de Acapulco, Guerrero.

El productor cafetalero Vicente Romero Nava, habitante de La Pintada y quien fue de los que sobrevivieron al alud, recordó ese 16 de septiembre tras ser rescatado: “Yo acababa de pasar por la casa de mi sobrina Yazmín, [quien estaba con su hermano Félix y sus hijas Yazmín y Lizbeth]. Les dije que hicieran pan, porque como estaba llueve y llueve no había qué comer y minutos después vino el accidente, se murieron así, haciendo pan, quedaron sepultados en el lodo que llegaba a unos 10 metros de alto, y así toda mi familia, mis primas, sus esposos, sus hijos, también Chaguina Moreno, Miguel Maloso Moreno, Chelo, su mujer con sus tres hijitas, Leonardo Alarcón. Toda su familia y mi familia, muchas familias”.

Recordó: “Ahorita todo es un desastre, La Pintada casi desapareció y era un lugar precioso, tan bonito que siempre yo invitaba a la gente ahí y les presumía el lugar, pero ahora todo es un desastre, es terrible”.

Así quedaron bajo el lodo tiendas, la caseta de teléfono, la carnicería y el kiosco se salvó. Fueron más de 10 metros de altura y en un lado hasta más de 20 los que quedaron de lodo y que ha dificultado a elementos del Ejército y del grupo de Los Topos a realizar el rescate de cuerpos. Han sido pocos los que han extraído de lo que se vino abajo y que formaba parte del cerro.

Los deudos piden acelerar la búsqueda de víctimas y unos se ofrecen para apoyar en estas tareas, en tanto se define el sitio donde serán reubicados.

Pero otros ayer con palas y picos desde la población de El Paraíso estaban decididos a ir a La Pintada a sacar los restos de sus familiares, pues se quejan que el Ejército no está haciendo mucho para ello. Quieren darles sepultura y verlos por última vez.