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SAN JOSÉ.— El gobierno de Estados Unidos desistió en abril de 1985 de solicitar a Costa Rica la extradición del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, acusado de secuestrar, torturar y asesinar al agente antidroga estadounidense Enrique Camarena, y deportado a México tras permanecer detenido unas 34 horas en esa nación centroamericana.

En una conferencia de prensa a las 13:00 horas del viernes 5 de abril de 1985 en la embajada de Estados Unidos en esta capital, el estadounidense Donald Clements, oficial de la agencia antidrogas (DEA), destacado en la legación diplomática, anunció que desde la sede principal de esa dependencia federal en Washington se le informó que se desistía de pedir la extradición del capo, quien en ese momento todavía permanecía en Costa Rica.

Clements no dio más detalles, pero aseguró que las pruebas halladas en la casa donde Caro Quintero y su grupo fueron detenidos, podrían servir como suficiente evidencia para que el gobierno de México prosiguiera con las indagatorias sobre el asesinato de Camarena y capturara a los demás involucrados.

La expulsión se registró cerca de tres horas más tarde. Poco después de las 16:00 horas de ese mismo día —Viernes Santo—, y en una nave de la Procuraduría General de la República, Caro Quintero y siete mexicanos más arrestados la víspera (cerca de las 06:00 horas, en una residencia de lujo a unos 20 kilómetros al noroeste de San José) fueron expulsados de Costa Rica y repatriados.

Caro Quintero, quien quedó libre el pasado 9 de agosto tras 28 años de encarcelamiento, fue solicitado en extradición a México por Estados Unidos, como principal sospechoso de secuestrar a Camarena en febrero de 1985 y de asesinarlo, ya que el cadáver apareció en marzo de ese año. Como agente doble de la DEA, Camarena se infiltró en el Cártel de Guadalajara, fundado por Caro Quintero y otros narcotraficantes mexicanos.

Clements informó que la presencia en Costa Rica del capo y otros miembros de su célula fue detectada por la DEA el miércoles 3 de abril. Sin entrar en detalles, explicó que la oficina de la agencia en esta capital recibió información acerca de que Caro Quintero estaba en esta nación, por lo que en coordinación con el Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica se optó por ejecutar una acción conjunta.

Al amanecer del 4 de abril —Jueves Santo—, cayó preso tras un operativo relámpago de la policía costarricense. Clements negó que en la operación intervinieran agentes de Estados Unidos y alegó desconocer las razones por las que el narcotraficante y los siete mexicanos más arrestados en la casa luego de un breve tiroteo, escogieron Costa Rica como escondite.

Caro Quintero fue el primer gran capo mexicano del narcotráfico internacional capturado en Centroamérica y precedió a su compatriota Joaquín El Chapo Guzmán, arrestado en 1993 en Guatemala, pero en fuga desde 2001.

Pero a diferencia de otros dos grandes jefes del contrabando regional de drogas —el hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros y el panameño Manuel Noriega—, apresados en el istmo de la región en la década de 1980, Caro Quintero también logró ser el único en evitar ser llevado a EU. Desde hace 20 años, ningún otro gran capo de México ha sido aprehendido en Centroamérica.