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Luis Videgaray va de día de campo al Palacio Legislativo de San Lázaro, recinto que está blindado con barreras de alta resistencia, y comparece ante un pleno en el que la mayoría del PRI y sus aliados PVEM y Panal lo aplauden en todo, mientras que la oposición del PAN y la izquierda le reclaman la propuesta del IVA.

Como estaba previsto, el secretario de Hacienda ocupa cinco horas en comparecer, y sale como entró, en medio de una valla de legisladores afines a su causa, y cuando está a punto de entrar a las oficinas de Manlio Fabio Beltrones, le dice al sonorense:

—Agradezco el apoyo, la generosidad (de los diputados priístas), el respeto y la civilidad política.

Y fue en el pleno, que para muchos puede ser el equivalente a aventarlos a los leones (que ya pasó con Javier Lozano, como secretario de Trabajo del gobierno calderonista). El miércoles sigue la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robes, en comisiones.

Son los priístas de retorno al calendario del poder político. Dueños desde siempre del pasillo central del salón de sesiones. Cuando llega Videgaray lo detienen, saluda, se toma fotos. Desde que los flashes dieron señal de que iba a entrar a la sala monumental de los 500 diputados, la bancada desgranó las palmas.

A los seis minutos de recorrido en familia, del ala izquierda salió el grito de “¡tiempo!”, mientras que el presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya (PAN), dejaba pasar las circunstancias. Al fin que ahí estarían, como se había calculado, cinco horas.

Abre el secretario con un mensaje sustancial para satisfacer cuestiones de la glosa del Informe y sobre el paquete económico 2014 y la iniciativa de reforma hacendaria. Todavía no ha leído la primera página cuando surge en tribuna el primer desplegado: “No a la privatización de Pemex”, seguido de otras afirmaciones: “No al IVA en Rentas”, “No al IVA en Colegiaturas”.

Y de hecho las exigencias sobre el IVA, que incluían el rechazo a que se aplique la tasa de 16% en la frontera, que es de 11%, dominarán las exposiciones de PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

Al muro izquierdo del salón son llevados los desplegados trazados con tinta roja y en la bancada del PAN cuelgan de las pantallas electrónicas hojas con las exigencias anti impuestos, incluso en defensa de los consumidores de las fronteras. Así sortea las horas y sale del salón casi a las 16:50, con el viejo estilo de comparecer ante el poder Legislativo.