En cuarto de guerra de AMLO hubo traidores: Costa Bonino
. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Luis Costa Bonino aseguró que en la casa de campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador hubo traiciones y personajes que trabajaron por su derrota, a lo que se sumó, dijo, la soberbia del tabasqueño.
El consultor uruguayo que en su portafolios presume su trabajo al lado de mandatarios y ex presidentes de Latinoamérica y Francia, entre otros, y que a su paso por las campañas presidenciales en México, el año pasado, asistió a una cena con empresarios para solicitar apoyos económicos en dólares para López Obrador, publicó en su blog su versión de lo vivido en el “cuarto de guerra” de López Obrador.
Detalla que lo conoció gracias al cineasta Luis Mandoki: “Desde un principio percibí que había algunas personas que estaban cerca del candidato por objetivos difíciles de precisar. Lo único claro era que sus objetivos no eran el triunfo de Andrés Manuel. En algunos casos percibí, de manera inequívoca, que saboteaban la campaña. Lo que más me preocupó era que esos saboteadores estaban en el círculo más íntimo del candidato”, escribió Costa Bonino con referencias posteriores, por ejemplo, a su vocero César Yáñez, así como a Marcelo Ebrard (quien faltaba a todos los llamados para grabar spots), Adolfo Hellmund y Rogelio Jiménez Pons.
En orden cronológico, Costa Bonino narra cómo se fue rompiendo la brecha de 40 puntos que Enrique Peña Nieto tenía sobre el aspirante de la izquierda.
El uruguayo asegura que nunca recibieron dinero. “No venían recursos ni del IFE ni de Monterrey (empresarios amigos), ni de los partidos de la coalición, ni del DF”.
Llegó el debate presidencial. Costa Bonino asegura que López Obrador no quiso prepararse en equipo.
Vino la conformación del #YoSoy132. “AMLO nunca creyó que el movimiento de jóvenes fuera a prosperar. Lo veía sin identidad”.
Después, desde la oficina del tabasqueño, Costa y Mandoki recibieron la instrucción de asistir a una cena convocada por Luis Creel y un grupo de empresarios que lo apoyarían económicamente en la campaña. “El 24 de mayo fuimos convocados. Apenas iniciado el intercambio, quedó en evidencia que ese grupo de empresarios no estaban ahí para aportar a la campaña, como nos habían asegurado Hellmund y Jiménez Pons, los allegados a AMLO. Nos ocultaron información y expusieron la campaña a una emboscada”.
Costa Bonino se refiere a la publicación de la grabación de esa cena en las páginas de EL UNIVERSAL. Narra que coincidió con una encuesta de otro periódico que ponía a López Obrador a sólo cuatro puntos del priísta. Dos días después, Mandoki le avisó que estaba fuera de la campaña. Según el uruguayo, a partir de su salida la estrategia se debilitó.
“López Obrador es un luchador social, pero no político. Desconfía del poder, le teme, no quiere ser presidente. Le gustan las multitudes, los aplausos. Es muy buen candidato, pero pésimo estratega. Es un conductor de masas, de multitudes.
“Su objetivo es demostrar superioridad moral con respecto a los políticos de México. Cuando el Charolazo, prefirió quedarse con su pretensión de superioridad moral. Él no tiene ni quiere asesores ni colaboradores. Más que líder político es un líder social, y más que social, es un líder religioso. De ese misticismo toma sus mayores fuerzas como candidato. Y también sus límites y debilidades más evidentes”.