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El país, endeble ante las lluvias: Conagua

Noé Cruz| El Universal
Viernes 04 de octubre de 2013
En agosto, el organismo pidió recursos contra emergencias

noe.cruz@eluniversal.com.mx

Un mes antes de las fuertes lluvias, inundaciones y deslaves que dejaron a su paso los huracanes Ingrid y Manuel, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reconoció que existe falta de capacidad de sus equipos destinados a “la atención de emergencias hidrometeorológicas relacionadas con inundaciones de centros de población”.

De acuerdo con un documento de la Conagua, fechado en agosto, el organismo advertía que el problema que enfrentan sus 20 Centros Regionales de Atención a Emergencias (CRAE) “es que la atención que otorgan es insuficiente en relación con la magnitud e intensidad de las emergencias, debido a la baja capacidad instalada ocasionada por la no operabilidad (descompostura) de los equipos y el mayor desgaste de los mismos”.

El documento Evaluación socioeconómica del Programa para la Atención de Emergencias, con fecha del 14 de agosto de 2013, cita como un ejemplo que actualmente los CRAE disponen de 535 equipos de bombeo para atender emergencias ocasionadas por diversos tipos de inundaciones, de los cuales 87% está en condiciones de seguir operando y 45% ya rebasó su vida útil.

Consultada sobre el documento, la Conagua dijo que es un diagnóstico real y añadió que hay falta de equipos y de personal.

“Es un diagnóstico que se encontró esta administración. Por ello hemos estado solicitando mayores recursos presupuestales”, explicó un funcionario de la Conagua.

Dijo que en 2013 hubo un aumento de 12% en términos reales para la Comisión, y en 2014 se solicitaron 10 mil millones de pesos.

Para efectos de la atención a emergencias, la Conagua clasifica como inundaciones extremas a aquellas que presentan niveles de profundidad mayores a un metro; severas, a las de más de 50 centímetros y hasta un metro; moderadas, de más de 30 a 50 centímetros, y bajas, a las menores a 30 centímetros.

Para la atención de inundaciones extremas se cuenta con 110 equipos, de los cuales 13% no está en condiciones de ser operado. De los 96 operables, 57% tiene más de 10 años de uso, y sólo 13% tiene tres años o menos.

Para las inundaciones severas hay 97 equipos, de los cuales 97% está en condiciones de ser operado. De los operables, 41 tienen más de 10 años de uso y sólo 22 tres años o menos.

Para la atención de inundaciones moderadas se cuenta con 146 equipos, 136 en condiciones de ser operados. De los operables, 67% tiene más de 10 años de uso y 15% tres años o menos.

Para inundaciones bajas hay 182 equipos: 139 pueden ser operados, y de ellos 30 tienen tres años o poco menos de uso.

En cuanto a los equipos para limpieza y desazolve de drenaje, a nivel nacional hay 18 para alcantarillas y drenajes, de los cuales 13 tienen entre cinco y seis años de uso (72%). No hay equipos con menos de cuatro años de vida.

Esto provoca, según Oscar Pimentel, coordinador general de Atención de Emergencias y Consejos de Cuencas de la Conagua, y responsable del programa, “que la atención a la población afectada no sea adecuada en cuanto al tiempo de solución de la emergencia, ocasionando mayor afectación a la economía local, aumento de pérdidas materiales y enfermedades en la población”.

Asimismo, el costo de la atención de las emergencias es mayor para el país.

Los CRAE son el instrumento operativo a través del cual la Conagua atiende emergencias hídricas, y su objetivo es proporcionar una atención oportuna a la población afectada por los efectos de fenómenos hidrometeorológicos severos, mediante del uso de equipo, maquinaria y personal capacitado.

El pasado 14 de agosto, la Conagua había solicitado reemplazar 2 mil 451 bienes como vehículos, bombas, elementos de maquinaria pesada, lanchas, plantas, equipos de desazolve de infraestructura hidráulica, de limpieza de cauces y reforzamiento de bordos y equipos auxiliares, cuyo costo asciende a 10 mil 675 millones de pesos, incluidos los gastos de mantenimiento y operación de los activos por un periodo de ocho años, con los cuales se podría cubrir “el 100 % de los requerimientos actuales de atención a emergencias a nivel nacional”.

En ese momento, consideró que el proyecto de adquisición no presentaba ningún riesgo para llevarse a cabo, salvo “la baja predictibilidad de los fenómenos hidrometeorológicos y las fallas de infraestructura, lo cual puede generar alguna emergencia hidráulica que rebase la demanda proyectada en el presente estudio”, como ocurrió con Ingrid y Manuel.

La inversión del proyecto de adquisiciones para la atención de emergencias hidráulicas incluye la compra de 95 bombas para hacer frente a inundaciones extremas, 210 para severas, 365 para moderadas, 500 para bajas, 300 para la atención de sequías y 28 unidades para mantenimiento de bombas.

Asimismo, 80 unidades para limpieza y desazolve de drenaje, 10 cámaras de video para la revisión de drenaje, 56 equipos para reforzamiento de bordos, 45 plantas potabilizadoras y 40 purificadoras, 65 equipos para transporte de agua y 25 para suministro de energía eléctrica. Además, 150 equipos de iluminación, 448 unidades para transporte de equipo y 250 para transporte de personal, entre otros requerimientos.



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