carina.garcia@eluniversal.com.mx  

El PRD descartó toda posibilidad de que el Pacto por México pueda revivir en 2014 para las negociaciones de reformas legislativas pendientes.

Habrá diálogo pero no más negociaciones “clandestinas”, advirtió el secretario general perredista Alejandro Sánchez Camacho, al vislumbrar un año de pláticas “de cara a la nación, con una agenda compartida, socializada, sobre todo en el Congreso de la Unión”.

El dirigente delineó los temas centrales de su partido para el 2014 en términos legislativos: regulación de consulta popular, reforma política del Distrito Federal y “vigilar” que las leyes reglamentarias de la recién aprobada reforma en materia energética no den facilidades adicionales a las firmas extranjeras.

En rueda de prensa, el dirigente perredista insistió en que su partido no se retirará del diálogo y los acuerdos políticos, en las Cámaras del Congreso y con los partidos políticos, pero no habrá pláticas entre las cúpulas y en la oscuridad.

En cambio, el Pacto por México “fue tan clandestino que la dirección nacional del PRD no tuvo información cuando se firmó, nos enteramos al otro día a través de los medios de comunicación (y sobre) la agenda legislativa los representantes populares eran los últimos que se enteraban en qué términos venían las iniciativas”, agregó el dirigente perredista.

Diálogo abierto

Por eso “un diálogo, una negociación con esas características ya no lo vamos a aceptar. (En adelante) tiene que ser un diálogo abierto a la nación con representación de los representantes populares y los partidos políticos, pero ya no el Pacto por México”, insistió Sánchez Camacho.

El secretario general del PRD expuso que ahora ese mecanismo de acuerdos “está muerto, ya no es un espacio de negociación que dé confianza, certidumbre, es una ruta de agenda nacional (pero) esto no significa que el PRD renuncie a la necesaria negociación y diálogo político que tiene que haber entre las partes, pero nunca más un diálogo clandestino”.

Este aplicará, expuso el secretario general perredista Alejandro Sánchez Camacho, para vigilar que se eliminen los candados que pretenden restringir la consulta popular, y estar “pendientes de la letra chiquita” de la reforma energética.