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Hace una década, la señora Rosa María Tenorio, empleada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comenzó el trámite para solicitar los ahorros de su Afore. Entregó a un abogado su documentación, que incluye sus recibos de pago, pero éste los perdió.

En el Seguro Social —comenta— le dijeron simplemente que “ellos no podían resolver nada”, que quizá en el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) la podían ayudar.

Esta mujer de la colonia Isidro Fabela, delegación Álvaro Obregón, en el Distrito Federal, afirma con el ánimo cabizbajo que ha perdido la esperanza de recuperar esos documentos que para ella significan el poder reclamar su Afore.

Acudió al Centro de Atención a la Sociedad (CAS), en la sede del IFAI, “a ver qué pasa”, pero no tiene mucha esperanza.

Hasta septiembre del presente año, el Centro ha brindado ayuda a más de 35 mil 800 personas vía presencial, correo electrónico, chat, vía telefónica, que como la señora Tenorio desconocen el derecho de acceso a la información o no están familiarizados con las nuevas tecnologías de la información.

En 2011 el CAS dio asesoría a 25 mil personas. En 2012, atendió a más de 30 mil de manera directa, ya sea de forma presencial, por correo postal y por medio de una línea telefónica (01 800 TELIFAI).

La previsión es que para este año se llegue a atender a más de 50 mil personas, asegura Juan Pablo Guerrero, secretario general del IFAI, quien explica que este centro es fundamental pues se garantiza a la gente que sus solicitudes de información serán atendidas por el medio en que las presenten, incluso en persona.

“Ésta no es una facilidad que el IFAI quiera dar, es una obligación legal, el instituto debe orientar y asesorar a las personas para que hagan sus solicitudes de información, y evidentemente de lo que se trata es que la gente entienda que es su derecho y nuestra obligación es garantizarlo”, dice.

Para el secretario general éste es el mejor acercamiento que puede tener el IFAI con la gente, pues reconoce que a diferencia del derecho al voto, el derecho al acceso a la información puede ser un poco complicado.

“Es importante que la gente sepa que en cualquier oficina del gobierno debe haber una Unidad de Enlace y ahí están obligados a atenderles y orientarles para hacer solicituds sin cobrarles”, dice.

Para la señora Tenorio el mundo cambió. “Me trataron muy bien, no me cobraron, yo no sabía de este derecho, pero está muy bien, me parece que fue excelente el trato”, dice.

Guerrero expresa que el reto es ampliar este derecho; “si tuviéramos muchos centros como éste o la capacidad de atender personalmente a los solicitantes, se correría la voz”.