Historia Despertó a sus hijos y se salvaron
CAMINO. Una de las carreteras de Chiapas quedó destruida a causa de las recientes lluvias en el país . (Foto: FREDDY MARTÍN PÉREZ EL UNIVERSAL )
En la madrugada de ayer siete familias de indígenas tojolabales del ejido Nuevo México, salvaron sus vidas al dejar sus hogares sólo con lo que tenían puesto, ante el crecimiento del río Pampajá, que desemboca en una laguna de este poblado de Las Cañadas.
Zacarías López cuenta que cuando se percataron de que el río se salió de su cauce y el agua invadió su casa, despertó a sus hijos y esposa y salieron bajo de la lluvia, con lo que tenían puesto y, a los pocos minutos, el agua alcanzó hasta dos metros de altura.
Cuenta que la lluvia no ha cesado en los últimos días, pero durante el lunes y madrugada del martes el río aumentó su caudal.
Francisco Jiménez Hernández sólo lamenta que haya perdido sus enseres y algunos cultivos que tienen en su solar. “Todo se quedó bajo el agua”.
“Eran las dos de la mañana cuando vimos que ya había crecido el nivel del río y decidimos salir, antes de morir”, explicó el tojolabal, que pidió a las autoridades de protección civil ayudarlos con una maquinaria para abrir un canal en la montaña y así desviar el afluente para que “el agua caiga del otro lado del cerro”.
La altura del agua “esta vez, sí que nos asustó”, dice Francisco.
Él y Reina Méndez consiguieron sacar algunos de sus muebles, pero otros afectados han tenido que sacar todas sus pertenencias y trasladarse a vivir con sus familiares que viven en las partes más altas del poblado.