Crónica. A las 14:15 se recibió en el celular el mensaje de "Ya"
TAPÓN. Diputados de oposición apilaron curules en los accesos al salón de plenos con el fin de impedir el desarrollo de la sesión. (Foto: MIGUEL ESPINOSA / EL UNIVERSAL )
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“¡Ya!”, fue el mensaje que se envió a los celulares de los legisladores de izquierda para echar andar la estrategia con la que se “apoderaron” del salón de plenos de la Cámara de Diputados, a fin de impedir la aprobación de reforma energética.
Eran las 14:15 horas y los diputados identificados con Andrés Manuel López Obrador —tanto en el PRD, PT y MC— se desplegaron hacia los accesos del recinto legislativo y con cadenas y candados “sellaron” por dentro el “salón de la traición”.
“Nadie sale y nadie entra, incluso se cierra la puerta de la sala de prensa”, esa fue la instrucción y rápidamente legisladores como Alejandro Sánchez, Víctor Nájera, Alejandro Carbajal, Tomás Brito, Lourdes Amaya, entre otros, apilaron curules al acceso de la prensa.
Otros como Ángel Cedillo, Socorro Cesañas, Lizbeth Rosas, Malú Micher, así como la petista Loretta Ortiz y de MC, Alfonso Durazo, Luisa María Alcalde, Fernanda Romero, cerraban las demás puertas.
En el recinto había legisladores del PRI, quienes fueron empujados para que se fueran.
Salieron a empujones las priístas Sue Ellen Bernal y Mirna Velázquez, quien aseguró que en esta maniobra fue derribada.
Esta acción y la toma del salón provocaron que subiera de tono el debate que se llevaba al interior de la Junta de Coordinación Política, lo que aceleró el trámite legislativo de la minuta que, de acuerdo con el coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se pretendía turnar a comisiones.
“Prácticas como esas son las que nos tienen aquí; decisiones arbitrarias como esas, violentas, y que han lastimado a diputadas y diputados, son las que nos tienen aquí”, dijo Beltrones en la sede alterna.
La toma del salón, de acuerdo con los perredistas Roberto López Suárez y Carlos Reyes Gámiz, se vino fraguando hace algunos días, pero fue ayer por la mañana y —mediante chat telefónico— cuando se fue dando forma a la estrategia.
“Después de lo que sucedió en el Senado (...) aquí decidimos actuar y hoy (miércoles) tomamos la decisión 80 diputados de no tomar la tribuna, sino de cerrar el salón; que no haya sesión, porque creemos que es la única forma de parar esto”, dijo López Suárez.
Incluso, el detalle de este despliegue no fue compartido al coordinador del PRD, Silvano Aureoles, ya que de acuerdo con el legislador José Luis Muñoz Soria, era probable que podría frustrar la operación informándola a los coordinadores del Revolucionario Institucional y del PAN, Manlio Fabio Beltrones y Luis Alberto Villarreal.
Inmediatamente se habilitó un auditorio ubicado en la misma Cámara de Diputados; priístas, panistas, del Verde, del Panal y perredistas de Nueva Izquierda. En un principio, la sesión alterna parecía de trámite, pero más tarde parecía un mercado. Entre gritos y gritos aprobaron en lo general la reforma energética, mientras en salón de plenos los que se apoderaron de él, hacían una sesión alterna, “legitima” como se autollamó en su momento Andrés Manuel López Obrador.