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Trabajadores y amas de casa coincidieron en calificar como una “burla” el incremento de 3.9% a los salarios mínimos para las zonas A y B en 2014, pues consideraron que los 2.52 pesos que representa ese aumento está, por mucho, rebasado por las alzas a transporte como el Metro, a productos básicos y combustibles.

Los 11 representantes del sector patronal e igual número del obrero, así como el titular de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), Basilio González, acordaron —por unanimidad— ese incremento, que es el mismo porcentaje autorizado para el año que está por terminar.

El salario mínimo para la zona A, que quedará en 67.29 pesos, y para la B, de 63.77 pesos, fue establecido por los miembros de la Conasami con base en “la economía que realmente no ha crecido. Lo que nosotros hemos considerado y se está privilegiando primordialmente, es el crecimiento del empleo, que no se ha detonado en México.

“Por otro lado, con base en que la inflación para el año que entra está calculada en 3.8%, pues entonces se acordó un incremento de 3.9%”, expuso José Luis Carazo Preciado, representante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, hizo el anuncio durante una reunión de fin de año con reporteros. Comentó que si bien el alza es superior a la expectativa inflacionaria que se tiene, “no va a haber una recuperación completa del poder adquisitivo del salario mínimo, mientras éste siga vinculado a la inflación y a otras normas que están basadas en salario mínimo y que no tienen que ver directamente con éste y que son más de mil.

“Me refiero a multas, a prestaciones, a contraprestaciones. Incluso las prerrogativas de los partidos políticos se miden por salario mínimo, de tal manera que se vuelve una unidad económica con un alto perfil inflacionario, si es que no se mide en el contexto global de la economía. La Conasami está trabajando en generar una propuesta y documento de acción para tratar de desvincular esas normas del salario mínimo que no tienen que ver con salario mínimo, pero que sí afectan mucho, y que permitan tener mayor flexibilidad a la Conasami para llegar a acuerdos”.

En el mercado “todo está caro”

Personas consultadas por EL UNIVERSAL discrepan con Navarrete Prida respecto a que “hay una pequeña recuperación del poder adquisitivo de los mexicanos”, pues enfatizaron que con aumentos como al boleto del Metro —de dos pesos, que de ida y vuelta suman cuatro pesos—, considerando únicamente el incremento de 2.52 pesos no se subsana esa alza, ni tampoco alcanza para comprar un huevo.

Diana Marina Flores, quien trabaja como importadora, comenta que es “totalmente absurdo” el aumento salarial, pues tan sólo el kilogramo de jitomate cuesta 36 pesos. Entrevistada al salir de una tienda de autoservicio, dijo que compró sólo tres piezas porque está muy caro el producto.

“Compré un kilo de papa, que está en 20 pesos, y de fruta nada más manzana y sandía, que estaba a 8.50 el kilo, compré un kilo 300 y fueron 11 pesos. Y limones, a 18 el kilo. De carne molida compré 725 gramos y fueron 111 pesos. Está a 100 pesos la milanesa. Dicen que hay oferta de fajitas, pero a 100 pesos es exactamente lo mismo, está muy cara.

“Entonces nada más es llevar medios kilos o 600 gramos y hacer un guisado. Ahorita me gasté 951 pesos en pura canasta básica, nada que tenga IVA, sólo el papel de baño que me costó 28 pesos, pero fueron 951 pesos de carne, verdura, fruta y un poco de pan”.

Maricarmen Méndez, ama de casa, dijo que así como están de caros los productos básicos, realmente el salario no alcanza para cubrir las necesidades mínimas de la gente.

“Cuando viene una al mercado a comprar huevos y tortillas, no pienso que alcance, pero bueno, finalmente es un aumento, es mejor eso a nada”.

“Ni para el camión”

Ignacio Pérez, ingeniero en Comunicación, sostiene que aun con el alza, el salario “lógicamente no alcanza a una familia normal para subsistir regularmente. No es ni siquiera un pasaje del Metro. Realmente es una burla y una mala planeación”.

Flor del Carmen Ávila, ama de casa, consideró: “Está muy mal ese incremento al salario mínimo, porque simplemente el Metro acaba de subir a cinco pesos y nos dan un aumento de 3.9%, y todo sube más de ese porcentaje. Si usted checa los precios, van subiendo más de 10%. Es una burla, los camiones suben, igual que la gasolina, y hay que estirar el presupuesto.

“Tan sólo en una ida al súper, llevando lo necesario, se gastan de 800 a mil pesos, contando nada más papel y carne, que cada vez está más cara. Por ejemplo, un kilo de frijol cuesta 24 pesos, las tortillas 11 el kilo. Y no sube el salario”.