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El día que Nancy fue atropellada creyó que el incidente no tendría secuelas, pues cuando un particular la golpeó con su auto inmediatamente logró pararse; sin embargo, ese suceso le dejó lesiones permanentes.

De estos hechos nunca levantó una denuncia; la mujer responsable se dio a la fuga de inmediato.

Eran las 6:50 de la mañana de un viernes cuando la joven hacía sus prácticas de enfermería en el Hospital Juárez de México, en la colonia Magdalena de las Salinas, delegación Gustavo A. Madero.

Procedente del municipio de Teotihuacán, Estado de México, se bajó de un autobús en la esquina de la avenida Instituto Politécnico Nacional y la calle José Urbano Fonseca, donde esperó a que se pusiera la luz roja del semáforo para poder pasar.

Al notar que podía cruzar, avanzó unos metros de la vía rápida de cuatro carriles, sin percatarse que un auto particular avanzaba hacia ella sin detenerse. Instantes después sintió un fuerte golpe que la lanzó más de dos metros.

La adrenalina por llegar a sus prácticas logró que en ese momento no sintiera gran dolor. Ayudada por algunos peatones pudo ponerse de pie, al tiempo que observaba cómo la mujer que conducía un auto marca Stratus verde se echaba de reversa para esquivarla y huir hacía la avenida Fortuna.

“En ese instante no sentí nada, pues quería llegar rápido al hospital porque ese día nos iban a evaluar, fue hasta dos días después cuando comencé a sentir las molestias”, relata Nancy.

La mañana siguiente le dijo a su mamá lo que había ocurrido, por lo que decidieron llevarla con un quiropráctico. Un día después las molestias para caminar eran prácticamente insoportables.

Fue así que acudió con su médico familiar localizado en la clínica 89 del IMSS, quien al revisarla le diagnosticó heridas internas graves, por lo que rápidamente fue canalizada al área de urgencias del Hospital Magdalena de las Salinas.

Ahí, los médicos indicaron que el golpe había causado lesiones permanentes como esguince cervical y desviamiento de columna, por lo cual fue necesaria una incapacidad de más de un mes; además, actualmente padece constantes dolores en la espalda en la temporada de frío.

Nancy nunca se atrevió a presentar una denuncia, ya que el día del incidente no ubicó las características del vehículo y creyó que no tenía grandes daños, situación de la que ahora se arrepiente.