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El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, pidió personalmente al PAN no remover al sindicato petrolero del Consejo de Administración de Pemex, en la negociación de la reforma energética, confirmaron senadores.

Los legisladores vieron a Pedro Joaquín durante un largo tramo en esas pláticas, e incluso el fin de semana pasado, con el fin de avanzar en la reforma energética.

Sobre el tema del Consejo de Administración, el funcionario pidió a panistas “encarecidamente” que no se tocara al sindicato del Consejo de Administración. En estas pláticas no participó el senador y dirigente del sindicato, Carlos Romero Deschamps, de acuerdo con senadores.

“El secretario lo dejó siempre encorchetado pero cuando tocamos el tema, nos pedía encarecidamente el favor, nosotros le decíamos que no, que no podíamos tomar una decisión así, que era decisión del grupo parlamentario... él nos decía que dejáramos al sindicato adentro.

“Nos pedían incansablemente que les echáramos la mano con ese tema, que no se fuera el sindicato... nosotros que estábamos en la mesa de negociación, con funcionarios de la secretaría de Energía y del grupo parlamentario del PRI, les decíamos ´nosotros no podemos determinar nada si no lo consultamos con nuestra bancada’”, dijo un senador del PAN.

Pero la suerte estaba echada. El lunes 9 de diciembre, la bancada del PAN en reunión plenaria decidió que era un tema inamovible, y así se lo hicieron saber al PRI y a los negociadores del gobierno federal. “Fue el principio del fin de Romero Deschamps”, confirman panistas.

Más tarde ese mismo día, mientras el PRD tomaba la tribuna en la reunión de comisiones, en las oficinas del presidente de la Mesa Directiva del Senado, Raúl Cervantes (PRI), senadores panistas recibieron la confirmación: por fin se aceptaba sacar al sindicato.

El presidente de la Comisión de Energía del Senado, David Penchyna, y subsecretarios de Energía negociadores, entre ellos el subsecretario Enrique Ochoa Reza y Lourdes Melgar, dieron la noticia a los panistas. Todos, panistas y priístas salieron rumbo a la reunión de comisiones, para cumplir con el cometido de aprobar la reforma energética, mientras que el coordinador del PRI, Emilio Gamboa, fue el encargado de dar la noticia a Carlos Romero Deschamps.

El dirigente del sindicato petrolero mostró en un primer momento su enojo cuando fue informado de la decisión, y abandonó la reunión de comisiones unidas donde se dictaminó la reforma energética, ese mismo lunes.

Al otro día, en la reunión previa de la bancada del PRI, el líder sindical se le vio como si estuviera “en un velorio”, relatan por su parte senadores del PRI. Sus compañeros de bancada se acercaron al líder del sindicato. Algunos le dieron abrazos como muestra de solidaridad y apoyo.

Pero ya para la votación en el pleno, el mismo martes, se vio a un Romero Deschamps totalmente echado para adelante. Antes de la sesión, platicó varios minutos en privado con Emilio Gamboa Patrón para atender varias llamadas telefónicas con gente del gobierno federal.

Más tarde fue uno de los más de 100 senadores que se quedaron hasta las 9:30 de la mañana del miércoles para avalar totalmente la reforma energética, pero con un papel discreto. Ni un discurso, ni participación en tribuna. Prácticamente inexistente.

La condición

De acuerdo con el senador David Penchyna (PRI), uno de los hombres clave en este tema, la salida de la representación sindical del Consejo de Pemex fue un cambio fundamental que tuvo que abordarse, por ser una condición sine qua non de Acción Nacional para seguir adelante.

“El PAN lo puso como una condición sine qua non, en la que nosotros, sin estar de acuerdo, tuvimos que pensar en cuidar lo más por lo menos”, refiere David Penchyna, en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Tomar esa decisión fue cuestión de horas”; Carlos Romero Deschamps, “con una gran visión y generosidad”, aceptó la exigencia panista y, de esa manera, “no se explotó una negociación que ponía en riesgo la viabilidad de la reforma energética”, reconoce David Penchina.