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Después de varios años de discusión, la presente administración federal, a través de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, anunció que habrá un nuevo sistema de etiquetado frontal para los alimentos y bebidas no alcohólicas.

El objetivo —aseguran sus diseñadores— es que la información sea más clara para los consumidores y fomente decisiones saludables entre éstos.

Para ello, se precisa en dicha estrategia nacional, se plantea actualizar la regulación mexicana en materia de etiquetado.

También señala el documento de 103 cuartillas, habrá modificaciones a la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas al público infantil, ante la urgencia de proteger a los niños de los riesgos de desarrollar enfermedades no transmisibles relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.

En materia de etiquetado, se establecerá de manera obligatoria que la información nutrimental expresada en el etiquetado de alimentos cumpla con diversos requisitos, entre ellos, que señale el porcentaje que el contenido calórico del producto representa de acuerdo a la Ingesta Diaria Recomendada, distinguiendo la fuente de la cual proviene el aporte calórico del producto.

Es decir, si proviene de azúcares agregados, otros carbohidratos, grasas no saturadas, grasas saturadas, proteínas o sodio.

Adicionalmente, se deberá expresar el contenido energético total del producto y no su porcentaje basado en una dieta de 2000 kcal como se hace actualmente.

En las presentaciones familiares, además de la información nutrimental y el contenido energético calculado sobre una porción, debe incluir el número de porciones del contenido total del producto y su contenido energético.

Para el caso de las bebidas saborizadas, chocolates, botanas y productos de confitería, se hace obligatorio que en las presentaciones familiares se incluyan tanto la información nutrimental, sodio y el contenido calórico calculado sobre el contenido total del producto, así como el número de porciones contenidas en el producto y el contenido calórico por porción.

De manera paralela, se creará un distintivo nutrimental que será entregado a los productores que lo soliciten y que cumplan con los estándares nutricionales.