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Los estados de Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Coahuila, Querétaro, Nuevo León, Distrito Federal y Guanajuato concentran a la mayor cantidad de niños y jóvenes que abandonan la escuela en el país, de acuerdo con los indicadores de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Las mayores tasas de la deserción están en el bachillerato, en donde el estado de Nuevo León acumula hasta 22 jóvenes de cada cien alumnos que abandonan la escuela, o el Distrito Federal en el que 18% de los jóvenes están en riesgo de dejar de estudiar.

Ángel Díaz Barriga, investigador emérito de la Universidad NacionalAutónoma de México (UNAM) asegura que en el bachillerato “no le hemos dado al clavo” por ello, junto con la secundaria, tienen los más altos niveles de deserción.

En ambos casos —explica—, se requiere que la escuela se conecte con la realidad de los jóvenes y describir cuáles son los contenidos básicos, regionales o locales que deben aprender.

Al arrancar el ciclo escolar, el programa Yo No Abandono buscará desplegar una serie de medidas para retener a los jóvenes en este nivel educativo, que incluye seis programas de becas.

Además, para prevenir la deserción de 650 mil estudiantes de bachillerato en este ciclo escolar la SEP recomendó que en cada una de las escuelas se apliquen encuestas para detectar riesgos como embarazos tempranos, acoso, violencia escolar, bullying, robos, amenazas, hostigamiento, la presencia de sustancias adictivas, cuchillos o armas de fuego al interior de las aulas.

En la Encuesta para la detección de problemas de convivencia la SEP pide aplicar entre los estudiantes 14 preguntas en las que los jóvenes determinarán si recibe insultos o se burlan de él o de alguno de sus compañeros y si eso ocurre con frecuencia.

Se les preguntará a los alumnos si reciben amenazas y son hostigados por sus compañeros de manera verbal o por medios electrónicos También se busca con esta herramienta identificar si hay peleas a golpes y si son regulares.