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Crónica “Incluyeron nuestras propuestas de toda la vida”

Juan Arvizu| El Universal
Lunes 09 de septiembre de 2013
<b> Crnica </b> Incluyeron nuestras propuestas de toda la vida

CORDIALIDAD. Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla; Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda; César Camacho Quiroz, líder del PRI, y Jesús Zambrano Grijalva, dirigente del PRD, durante la presentación de la reforma hacendaria. (Foto: JORGE RÍOS EL UNIVERSAL )


juan.arvizu@eluniversal.com.mx  

En medio de la tormenta política que arrecia a veces y de una lluvia chilanga de todo el día, el presidente Enrique Peña Nieto entra al salón Adolfo López Mateos en Los Pinos, donde lo esperan el gabinete, los gobernadores y cuatro señores de rostros duros e inexpresivos que desentonan con la nueva clase dirigente del país, la cual está a sus anchas en esa casa.

Gustavo Madero, presidente del PAN, llega temprano y queda solo al centro de la cabecera de la reunión convocada para las seis de la tarde; Jesús Zambrano, dirigente del PRD, se acomoda en su lugar momentos antes de que entre Peña Nieto, y cuando lo menciona el presentador, caray, como que se le ve incómodo.

Su compañero de trinchera, Silvano Aureoles, coordinador de los diputados perredistas, en la orilla del presídium, pareciera que está al borde del precipicio.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, tiene lugar al frente, dando la cara en el anuncio de la reforma hacendaria. Vaya, vaya. Gajes del oficio político. Parece puesto al paredón.

Frente a ellos, legisladores del calibre del presidente de la Comisión de Presupuesto en San Lázaro, José Manzur Quiroga (PRI); David Penchyna, quien encabeza la Comisión de Energía en el Senado, que con muchos otros invitados formaron fila afuera de Los Pinos dentro de una carpa que los cubrió de la lluvia.

Los concurrentes del presídium se salvaron de llegar pasados por agua y pese a esa incomodidad, el salón es lugar de tertulia.

Había que oír decisiones en materia de ingresos e impuestos. La reunión inicia con la solemnidad del Himno Nacional. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, presenta un diagnóstico de nubes negras en materia económica y fiscal. Ya sólo faltan los rayos. Es breve y sigue el turno del Presidente, quien ha escuchado todo el mensaje de su colaborador.

Peña Nieto da vuelta a la página de los sacrificios, la gran experiencia mexicana, y dice que va a hablar de “muy buenas noticias”. Abre: la reforma hacendaria es social.

Viene el primer aplauso, con descripciones de un Estado que imparte justicia social, y el segundo y tercero aplausos. Serán 12 tronantes aprobaciones que paladean Madero, Zambrano, Mancera, Aureoles y no se diga los priístas. César Camacho, jerarca priísta, convencido del proyecto de Peña. Beltrones registra el ascenso de la aceptación de lo que dice el Presidente y Gamboa es el político más feliz del presídium. El pleno de los gobernadores esta clamoroso.

Peña Nieto marca un cambio. Ahora que es recesión no hubo llamados a apretarse el cinturón; propone quitar impuestos, marca un déficit transitorio. Cargar el sacrificio en los privilegiados.

Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación; Emilio Chuayffet, de Educación; Alfonso Navarrete Prida, de Trabajo, reflejan gusto por ese momento. Y es que la reacción ha sido de aceptación.

Esa media hora es música para los oídos de la izquierda —Zambrano, Navarrete y Guadalupe Acosta—, que afirman: “Incluyeron nuestras propuestas de toda la vida”. Y Madero oye bueno el discurso, pero como Santo Tomás, va a analizar bien los alcances.



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