Historia Volteen a vernos, claman en Coicoyan
DESESPERANZA. Con el dolor de haber perdido lo poco que tenía, esta señora de la mixteca oaxaqueña aún espera que llegue la ayuda de las autoridades. (Foto: RAÚL ESTRELLA EL UNIVERSAL )
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COICOYAN DE LAS FLORES, Oax.— “¿Quieren que haya muertos para que nos volteen a ver?”, pregunta indignado Eleazar.
Este poblado de la mixteca oaxaqueña suma el polo más pobre del país junto con sus vecinos de Metlatonoc y Cochoapa El Grande, ambos de La Montaña de Guerrero. A pie son unas seis horas lo que los separa.
Desde la noche del 15 de septiembre el río trajo consigo toneladas de lodo, arena, troncos que se metieron a por lo menos 20 casas de Coicoyan.
Todos pudieron salir a tiempo porque se percataron que el agua que corría no era la de siempre. Esta vez era más violenta.
Los hermanos Rodríguez son siete. Cinco están aquí en casa de Eleazar, quien perdió todo. Su tienda y su casa se está cayendo a pedazos.
Joel dice que el gobernador Gabino Cué “debería darse una vueltecita por acá. Porque del presidente municipal ni sus luces. Y vea, mi casa está en ruinas”.
Jaime señala que “aquí no tenemos ningún tipo de apoyo. Nosotros contratamos una empresa que trajera maquinaria para limpiar la calle y sacar el escombro, pero nos pararon aquí en la presidencia municipal, que hasta que venga Protección Civil del estado”, denuncian. Interviene Joel: “Están esperando que venga Protección Civil. Pero para qué, ni se han aparecido”.
Eleazar acusa que las despensas que han llegado a los afectados son de paisanos que viven en Huajuapan o en Oaxaca capital o en el Distrito Federal.
La calle principal de Coicoyan está convertida en un muladar. Se camina entre escombros, lodo amontonado, colchones mojados. El dueño de la casa es Eleazar, sus otros hermanos viven en Huajuapan y debieron caminar todo un día el 17 de septiembre porque el camino a Coicoyan estaba roto. Si no ha sido por ellos, Eleazar estaría rascándose con sus propias uñas.
Evelio Tibón, vecino de los Rodríguez, dice que “todo lo perdí. El agua entró con mucha violencia. Gracias a Dios me salvé con mi familia. Ayer vinieron de Sedesol a darnos mil 200 pesos para empleo temporal, que es sacando el escombro. Que ya luego vendrán a evaluar para ver si nos ayudan a recuperar nuestras casas”, narra.
Rubén Rodríguez dice que “dan ganas de pasarse a Guerrero, allá sí ayudan”.
Su hermano Jaime anota: “Aquí nada más vemos pasar en el cielo los helicópteros que van a Metlatonoc. Somos conscientes de que allá en Acapulco y sus ‘puntas diamantes’ hay más daños, pero que no se olviden de nosotros, debe ser parejo. El presidente Enrique Peña Nieto va mucho a sus ‘puntas diamantes’, donde están los ricos”.
David Melo es dueño de otra de las casas siniestradas. En lo que quedó de muro está un letrero del programa del gobierno federal pasado llamado Piso Firme. “Uy, joven, el piso firme nomás me duró cinco meses. Mero el día de la Independencia se me cayó mi casita. No me duró el gusto del piso”.
Ricardo Flores, síndico de Coicoyan, informa que en la comunidad de Tilapa hay otras 42 casas enterradas y destruidas por el agua. Los vecinos refieren que en Rancho Pastor no han contado las viviendas perdidas.
Pero nadie se les ha acercado de los gobiernos estatal y federal para ayudarles.
Por eso, Eleazar pregunta indignado si quieren que haya muertos en la mixteca oaxaqueña para que los volteen a ver.