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El campamento disidente del magisterio cambió su rostro. De uno muy concurrido, organizado y aglutinado en el Zócalo capitalino se convirtió en uno más disperso, con menor organización y una concurrencia disminuida en el Monumento a la Revolución, luego del desalojo que experimentaron el viernes pasado de la Plaza de la Constitución, a cargo de la Policía Federal.

Desde el viernes pasado por la mañana, un contingente amplio de maestros regresaba a Oaxaca para realizar el relevo con otros de sus compañeros, que se supone llegarían ese mismo día. Pero el miedo y la preocupación se ha apoderado de algunos docentes respecto a lo que sigue para ellos, una vez que fueron desalojados por la policía.

La misma dirigencia reconoce que están en una etapa de reorganización de sus fuerzas. Los maestros, esos que conforman las bases, calculan que hoy hay sólo unas tres mil personas. Aceptan que varios no se animaron a venir luego de su expulsión.

La misma estructura de la Plaza de la República expone a los profesores, integrantes casi en su totalidad de la Sección 22 de Oaxaca, a que sus lonas y algunas casas de campaña permanezcan distantes y pegadas a las paredes o muros de la edificación.

Se van a casa de familiares

El día del desalojo muchos maestros optaron por irse a casas de sus familiares en la Ciudad de México o a hoteles. Tenían miedo de que los fueran a expulsar de este nuevo espacio.

Algunos de los que no tuvieron otra opción mas que pernoctar en el Monumento a la Revolución, no lograron conciliar el sueño.

Pero ayer a medio día se veía su reorganización.

“Después de la forma en que nos sacaron del Zócalo, menos nos vamos, aquí nos quedaremos”, se escuchó desde un sonido montado en una camioneta blanca ubicada casi en medio del campamento, donde se prevé que hoy se realice un “grito de resistencia”.

Gente de organizaciones sociales y de a pie llegaba a regalarles dinero, —hubo una mujer que hasta mil 500 pesos les dio— cobijas, ropa, lonas, víveres.

También se escucharon denuncias de detenciones que contradecían lo dicho por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, respecto a la aprehensión de ningún maestro y sólo 31 anarquistas.

La lluvia dio oportunidad al comercio ambulante que llegó a la zona con la oferta de los impermeables a 10 pesos, acompañada de tacos de canasta y cornetas con los colores patrios para la celebración del Grito de Independencia.

En el lugar se escuchó un “¿Qué vamos a celebrar?, ¿Que nos golpearon?” (Con información de Yamili Ruiz, Clínica de Periodismo)