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Al PAN en el gobierno le faltó en 2000 un proyecto de transición profunda que permitiera transformar al país y al partido mismo.

Gustavo Madero, dirigente nacional, reconoció que el problema del PAN fue que al llegar se dedicó a combatir un sistema que no desmanteló de origen e incluso llegó a fortalecer.

“La consecuencia lógica es que empezamos a perder alcaldías y gubernaturas. Es una falta de un proyecto de transición profunda llevada hasta sus últimas consecuencias”, comentó.

Hoy el PAN, mencionó, vive un proceso de transformación en donde su mayor fortaleza es la depuración del padrón de sus militantes y partir de que se definió como un partido político no de oposición, sino en busca de transformación del país.

En el marco de un foro en EL UNIVERSAL, Madero añadió que actualmente el PAN no tiene incluso cuadros internos para continuar con la transición.

“El PAN ganó capital democrático pero sin correlación de fuerzas políticas para que su proyecto pudiera sacarlo. Es una falta de un proyecto de transición profunda, llevada hasta sus últimas consecuencias”, mencionó.

Dijo que su postulación para dirigir al PAN nació de la falta de rumbo en el país y no de supuesta cercanía con el ex presidente Calderón.

Defendió la dirigencia que encabeza y los cambios que se han llevado a cabo.

Licencia para ir por la reelección, en enero

El refrendo de la militancia, mencionó, fue visto como un acto de debilidad pero ha resultado lo contrario, toda vez que hoy el PAN con un número menor de militantes que en 2012 ha recuperado y obtenido espacios en la esfera nacional a partir de un mayor número de diputados locales, más población gobernada, entre otros.

“Tomamos las pérdidas juntas después del resultado electoral. La depuración del padrón es hoy la principal fortaleza (del partido)”; agregó que el padrón hoy es la mejor herramienta para tener elecciones con certeza.

Agregó que pertenecer al PAN, además, hoy es más sencillo que en el pasado, toda vez que cualquiera puede inscribirse como militante y ser aceptado. El problema será, dijo, mantener la militancia ya que para refrendar se tendrá que llevar a cabo actividad por el partido y ésta deberá ser acreditable.

Al referirse a los cambios de estatutos, expuso que lo mejor es que la militancia podrá elegir a sus dirigentes.

Adelantó que la competencia para alcanzar la nueva dirigencia arrancará en enero y para entonces él habrá solicitado licencia de su cargo para buscar la reelección.