Historia Con el miedo, ¿quién va a dormir...?
URSULO GALVÁN, Ver.— En apariencia pasivo, pero visto con detenimiento el río Actopan, que atraviesa el municipio de Úrsulo Galván, en Veracruz, trae en sus aguas una furia que ha hecho emigrar a las familias que vivían a sus orillas.
Entre el fango y el deslave de un calle está una amplia y bella casa que funciona como bar, que atiende don Juan López, el único poblador de la zona que hoy ha quedado desolada, pues los vecinos han visto en años anteriores cómo el río cubre completamente sus viviendas.
La experiencia de los huracanes Karl y Barry han sido un desafío para Juan López, quien no tiene otro medio de subsistencia más que trabajar cuidando el bar.
“Yo cuido y trabajo aquí. Cuando llega la noche tengo que estar ‘al tiro’. No duermo cuando está lloviendo, porque el río está creciendo”, comenta don Juan, y refiere que en los dos últimos días de lluvia a causa de Ingrid ha sido imposible descansar ante el temor de nunca más despertar y morir ahogado.
Con 47 años, dice que en el tiempo que ha trabajo en la cantina se han perdido muchas cosas, desde el refrigerador hasta las rocolas, que fueron devastadas por la furia del río.
Juan López refiere con tristeza que cada vez que “el río crece y trae mucha fuerza, pienso que va a recuperar su terreno”, aquel espacio que el ser humano ha ido depredando.
Don Juan sale de la cantina, vislumbra el río y señala los efectos visibles que ha dejado a su paso la creciente. Advierte que en esta época de lluvias, cada noche en Úrsulo Galván “la gente permanece despierta porque con el miedo a ahogarse, ¿quién va a dormir?”.