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El presidente de la Cámara de Diputados, el panista Ricardo Anaya afirmó que el periodo ordinario de sesiones que concluyó el pasado viernes 13 fue “histórico” y afirmó que con las reformas aprobadas, el Congreso de la Unión privilegió “calidad por cantidad”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Anaya Cortés presumió que en las últimas dos décadas en el Congreso no se habían aprobado tantas reformas constitucionales como las que se hicieron, y más porque requerían mayoría calificada en cada Cámara.

“Por el lado de la calidad y la profundidad de las reformas, no tengo duda que es difícil encontrar otro periodo de sesiones en el que se hayan logrado cambios tan trascendentes para el país. Calidad por cantidad”, aseguró.

A unas horas de irse de vacaciones para pasar las fiestas navideñas en compañía de sus tres hijos y esposa, el panista queretano afirmó que ahora el reto será aprobar las leyes secundarias y posteriormente su implementación para que se traduzcan en beneficios para los ciudadanos.

“Siguen dos cosas muy importantes: por un lado la emisión de toda la legislación secundaria, porque hemos aprobado una reforma constitucional en materia energética, pero están pendientes todas las reformas a las leyes secundarias (...) todo eso lo englobaría en un primer bloque, y el segundo gran bloque es la implementación”, definió.

Sentado en la oficina más importante de la Cámara de Diputados, con el teléfono rojo a su derecha, el legislador panista afirmó que no basta con modificar el marco legal o la Constitución, sino que hay que implementarlo y “hay que garantizar que se traduzca en beneficios concretos para los ciudadanos”.

Se dijo convencido de que las reformas aprobadas marcarán un “antes y un después” en la vida del país, y sobre la reforma energética dijo: “Una vez que hayan transcurrido cuatro o cinco años a partir de la declaratoria que hemos hecho, los resultados van a ser tan evidentes que difícilmente podrán ser cuestionados.

“Estoy convencido de que termina un periodo histórico por la productividad, por todo lo que se alcanzó a procesar incluyendo reformas constitucionales que requirieron mayorías calificadas, sacamos adelante una gran reforma educativa que establece evaluación con consecuencias, una reforma financiera para disminuir las tasas de interés y se incremente el crédito, y la energética, que es la gran reforma en materia económica”.

Este nuevo ordenamiento constitucional en materia energética —que será promulgado por el presidente Enrique Peña Nieto este viernes— fue calificado como una gran reforma, porque implicará una atracción muy importante de inversión productiva, de generación de empleos y de crecimiento económico, y “algo muy importante, la disminución del costo del precio de los energéticos, señaladamente la disminución del precio de la luz”.

En los últimos seis meses, la vida de Anaya Cortés ha cambiado vertiginosamente, pues de ser vicecoordinador del PAN fue electo como presidente del Congreso de la Unión, en este marco afirmó que los grupos parlamentarios tuvieron la capacidad de procesar sus diferencias para dejar “un periodo histórico en términos de productividad comparado con las últimas dos décadas”.

¿Cómo se sintió?

Fue un tiempo de enormes oportunidades —que agradezco— y también de grandes retos, espero haber estado a la altura de las circunstancias, siempre intentamos superarnos y ojalá el año que entra sea un año mejor que lo que fue el año anterior.

¿La mejor satisfacción que se lleva?

El que hayan salido adelante estas reformas, porque estoy absolutamente convencido de que muchas reformas marcarán un antes y un después en la vida del país, y que particularmente en el caso de la reforma energética una vez que hayan transcurrido cuatro o cinco años a partir de esta declaratoria que hemos hecho hoy, los resultados van a ser tan evidentes que difícilmente podrán ser cuestionados.

¿Cómo fueron las negociaciones en estos seis meses?

De mucho diálogo y creo que hay que calificarlas por sus resultados y por lo tanto yo las calificaría de altamente productivas, porque esas negociaciones se tradujeron finalmente en productos legislativos concretos, en reformas constitucionales que van a marcar un antes y un después.

¿No hubo chamaqueados?

La Legislatura no ha terminado, en febrero iniciaremos un periodo ordinario nuevamente y por supuesto que deberemos de retomar los pendientes que hayan quedado del periodo anterior y habrá oportunidad de corregir lo que sea necesario y seguir avanzando.

¿Cómo veremos a un Ricardo Anaya?

Trabajando por el bien del país, convencido de que es desde el Congreso donde se inician las grandes transformaciones y que mucho de lo que hoy sufre nuestro país, si legislamos de manera adecuada, hay una correcta implementación del marco legal.

¿Hubo mucha presión para aprobar la reforma energética?

Hubo enorme convicción, es una reforma de la que venimos discutiendo desde hace décadas, han sido ya muchos años de diagnóstico y de propuesta de soluciones y ahora cristaliza que el que esas propuestas se hayan podido traducir en una reforma constitucional que estemos muy cerca de alcanzar la legislación secundaria y que su implementación traiga beneficios concretos para los ciudadanos.