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Vidal dice “estoy aquí por la necesidad de los fertilizantes para las milpas”. Cuando sonríe, a sus 72 años de edad, muestra sus dientes amarillentos.

Junto con él, 45 habitantes de la comunidad de Buenavista, municipio de Ocotlán, Oaxaca, abordaron un autobús a las 10 de la noche del sábado para venir al Zócalo a nutrir el mitin de Andrés Manuel López Obrador, en contra de las reformas energética y fiscal.

“Juan Orozco es nuestro líder del PRD en Buenavista y él está de acuerdo con otro de Ocotlán, que es quien consigue el fertilizante que nos dan para nuestras milpas. Nos lo reparten y nos pide que le apoyemos para venir aquí”, relata sentado en un banquito que trajo de su casa.

“Nosotros venimos a la reunión de Obrador desde Ocotlán, cerquita de Oaxaca (capital)”, explica Vidal mientras se acomoda su sombrero blanco.

“El comité trae comida, para que no gastemos. ‘Orita’ en la mañana nos dieron pan y unas rebanadas de jamón con queso y agua de colores”, añade.

Poco a poco, desde las ocho de la mañana, van entrando contingentes al Zócalo, a donde por fin López Obrador pudo llegar. Desde septiembre le fue imposible a causa del plantón de maestros; luego, por el centro de acopio.

Ayer no lo llenó del todo, como en sus mejores momentos de 2006, pues muchos huecos eran visibles desde el asta bandera hasta los hoteles. A los lados, frente a la Catedral y el gobierno del Distrito Federal, también.