El presidente Enrique Peña Nieto canceló su participación en el convivio que había preparado la Presidencia de la República para sus invitados especiales en el Patio de honor de Palacio Nacional con motivo del 203 aniversario de la independencia de México.

Tras cumplir con la tradición de dar el grito de independencia, el mandatario, acompañado por su esposa, Angélica Rivera, bajó hasta el patio central, donde delegaciones de varios países, diplomáticos, empresarios, intelectuales e integrantes de la sociedad civil lo esperaban, para disculparse por tenerse que retirar junto con todos los integrantes de su gabinete.

En un mensaje de apenas tres minutos el presidente Peña Nieto dijo que es del conocimiento público las contingencias provocadas por ciclones que afactan las dos costas del país.

Indicó que las primeras horas de este lunes un fenómeno impactará Tamaulipas, mientras que otro, en las costas del Pacífico, ha dejado estragos en Colima, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y algunos estados del centro como Hidalgo y Puebla.

"Por este motivo, por razón de esta circunstancia, he intruido a que varios de los titulares de las distintas dependencias tengan presencia en estas entidades para que se sumen a los trabajos que ya se vienen realizando en estrecha coordinación con el Ejército y la Marina en estas entidades, junto con las autoridades de Protección Civil, de Salud, y de la Comisión Nacional del Agua".

"Estamos trabajando para hacerle frente realmente a estos efectos que lamentablemente, como ya es del conocimiento público se han reportado algunos decesos y queremos expresar nuestra mayor solidaridad para con las familias que lamentablemente han perdido un ser querido. Ante esta circunstancia me vio en la necesidad y obligación de retirarme para poder atender esta contingencia, para instruir las acciones pertinentes, que ya se están llevando a cabo, y estar supervisando las mismas", subrayó.

Pidió a los mexicano continuar con las celebraciones por el 203 aniversario de la independencia nacional, lo cual dijo es un motivo de orgullo y de identidad nacional.

Había desaparecido la expresión serena del Presidente, con la que arengó a la gente reunida en el Zócalo, precisamente bajo la lluvia de dos huracanes que llegaban hasta la meseta del Valle de México. Mostraba un semblante preocupado.

Una orquesta sinfónica tocaba música tradicional mexicana, y ante la demora del Presidente se servía la cena de bocadillos típicos.

Entre los asistentes destacaban Miguel Alemán Velasco y su esposa Cristian Magnani; el cardenal Norberto Rivera Carrera; el historiador Enrique Krauze; el empresario Valentín Diez Morodo; el presidente del Senado, Raúl Cervantes.

La cena de bocadillos mexicanos --quesadillas, taquitos, esquites--, terminó casi a la una de la mañana, sin la presencia del anfitrión, ocupado en el control de daños por los huracán Ingrid, en el Golfo de México, y la depresión tropical Manuel, en el Pacífico.

ml