Deleitable herencia
. (Foto: Sergio Mendoza )
En Tulyehualco, Fray Martín de Valencia, debido a su fe católica, fue quien decidió que la Feria de la nieve comenzara antes del Domingo de Ramos y terminara en la Resurrección. Hasta la fecha se sigue respetando esa tradición, por eso cada año cambian los días; pero los productores descansan el jueves y viernes de la semana mayor.
La técnica y la manera de preparar los licuados se han pasado por generaciones. Se siguen utilizando ingredientes naturales, el único cambio es la cantidad de sabores, ya que existen más de 30.
“Ahora hacemos de 60 a 70 nieves diferentes, las dividimos en frutales, cereales, medicinales, amorosas, exóticas, marinas, enchiladas, envinadas y de leche.
“La imaginación de los neveros no tiene límites y en conjunto hemos hecho sabores como beso de vampiro, que es queso con fresa de agua, o nieve de pastel de queso con zarzamora, todo se puede realizar, sólo hay que probar y hacer experimentos, hasta que queda el sabor que queremos", explica la nevera María de la Luz.
Agrega que esta muestra fue la primera en combinar este tipo de sabores.
“Por ejemplo, también están las calientes, que son a base de licor. Las combinaciones de sabores con licores siempre son calientes, como licor de café, chocolate envinado.
"Primero pensamos en ver cómo salía, después se va incrementado la cantidad de leche y de licor porque es difícil de cuajar como lo necesitamos, hay que buscarle el punto exacto para tener un buen resultado”, asegura el experto en nievesJavier Martell.
PASIÓN POR EL OFICIO
La mano del nevero es muy importante, dice Javier, ya que el amor con el que haces una nieve es lo que la hace artesanal, palearla es darle una especie de cremosidad con la pala de madera, batiéndola para lograr una consistencia que no es de espuma, sino de crema, hasta cambia un poco el color de la fruta.
En Tulyehualco, la tradición de hacer nieve empieza desde el nacimiento. Y es que, de acuerdo con la organizadora del evento, “desde bebé te meten en una tina de madera con una sábana para que te sientes a esperar a tus papás, mientras ellos trabajan haciendo nieves, ya más grande acarreas cosas y después ya pueden aprender a pelar la fruta y a preparar los licuados.
“El arte de ser nevero se junta con la persona que hace el licuado, somos un equipo y hay que trabajar para cada vez hacerlo mejor. Cada año hay voluntarios para la feria, se anotan desde enero para aprender a prepararla o sólo para ayudarnos a vender”, concluye Javier.
Finalmente, la nieve no sólo es deliciosa, sino que también es nutritiva y se puede consumir en cualquier época del año de manera moderada. Y es que al estar elaborada de ingredientes naturales aporta muy poca grasa y un alto grado de vitamina B, calcio y proteínas, entre otros nutrientes.
En esta temporada, es obligado ir a conocer Tulyehualco, conocido como capital mundial del color y el sabor, y por supuesto a probar sus tradicionales nieves.