WASHINGTON (Agencias).— Un grupo de legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos culminó cuatro años de conversaciones al alcanzar el miércoles un acuerdo bipartidista provisional sobre un pacto integral para reformar las leyes de inmigración en el país.

Miembros demócratas y republicanos del grupo salieron de una reunión por la tarde diciendo que habían encontrado “un camino a seguir”, pero que no se entregarían detalles hasta que tuvieran el tiempo de colocar su acuerdo en retórica legislativa y repasarla, línea por línea.

El representante republicano Raúl Labrador fue el único miembro del grupo —de cuatro republicanos y cuatro demócratas— que no estuvo de acuerdo con el pacto. Dijo a periodistas que tenía preocupaciones sobre sus disposiciones en torno al sistema de salud. De hecho, horas después Labrador renunció al grupo de los 8 de la Cámara Baja.

Un vocero dijo que el congresista renunció al grupo porque no se alcanzó un acuerdo como él proponía. El asunto ocupaba al grupo desde hacía varias semanas, desde que Labrador propuso que los inmigrantes en situación irregular pagaran por su atención médica. Un colaborador, que habló bajo la condición de anonimato, dijo que el grupo continuará sus tareas sin Labrador.

Entretanto, grupos de cabildeo proinmigración en Estados Unidos criticaron ayer una enmienda presentada por el senador republicano John Cornyn a la propuesta de reforma migratoria que, afirmaron, no es más que un “truco” para sabotear los esfuerzos bipartidistas de la iniciativa cuando se apresta a llegar al Senado.

Cornyn presentó una propuesta de enmienda a prácticamente todo el capítulo dedicado a seguridad fronteriza de la iniciativa legislativa S. 744 elaborada por un grupo bipartidista de senadores. La nueva enmienda, que tiene el acrónimo “RESULTS” (resultados), propone varias medidas para endurecer la seguridad fronteriza más aún de lo que ya lo prevé la iniciativa, que establece de por sí una serie de requisitos en esta materia antes de que se pueda abrir la vía a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados que viven en el país. Pero según Cornyn, los requisitos alistados no son suficientes.

Por su parte, el senador republicano Marco Rubio se reunió con congresistas conservadores que no aceptan el proyecto de reforma inmigratoria, del cual es coautor.

Luego de la reunión, Rubio dijo que evidentemente será necesario trabajar en el aspecto de seguridad nacional para que el amplio proyecto de ley pueda ser aprobado por la Cámara Baja. Varios congresistas se mostraron escépticos ante los argumentos de Rubio y renuentes a apoyar tal proyecto.

Más muertos

A pesar de que los arrestos de indocumentados en la frontera de Arizona están en sus niveles más bajos de las dos últimas décadas, la tasa de muertes de inmigrantes ilegales alcanzó sus máximos históricos, según un informe del Instituto Binacional de Migración de la Universidad de Arizona y la Oficina del Forense del condado Pima, difundido ayer. El reporte analiza las estadísticas, características demográficas y tendencias de las muertes de indocumentados en la frontera de Arizona de 1990 al 2012, periodo en el que la Oficina Forense del condado Pima documentó el descubrimiento de los restos de 2 mil 238 indocumentados.

El análisis indica que la tasa de muertes de indocumentados en el desierto de Arizona en 2012 fue de 142.5 por cada 100 mil detenciones, cifra extremadamente alta si se compara con 1990 (14.9), mientras la cifra más alta se reportó en 2011 (146.8).