CIUDAD DEL VATICANO.— Para los jesuitas, el papa Francisco deberá realizar un servicio lo más universal. Desde sus primeras palabras se vio su formación jesuita; opta por la pobreza no por que sea buena sino porque quiere ser como Cristo; le preocupa la Iglesia y no sólo la Curia y ni el VatiLeaks ni la Curia serán el centro de su ministerio.

Estas son algunas de las afirmaciones que hace en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL el padre jesuita Antonio Spadaro, director de la revista La Civiltà Cattolica, una publicación religiosa de alto nivel intelectual, y autor de diversos libros, incluyendo Pensar el cristianismo en el tiempo de la red.

¿Qué significa para la Compañía de Jesús el tener por primera vez en la historia un Papa jesuita?

Fue una gran emoción y una gran sorpresa. El significado, hablando jesuitamente es que, como Papa jesuita, Francisco deberá realizar un servicio lo más universal, porque las dos palabras fundamentales para nosotros son servicio y universalidad.

¿La manera jesuita de interpretar a la Iglesia estará presente en Francisco?

Desde sus primeras palabras vimos su formación radicalmente jesuita, pero su visión de la pobreza no está vinculada a la pobreza como tal, sino a una especie de libertad, porque la pobreza no es una opción sino una vocación... El jesuita opta por la pobreza no por que sea buena sino porque quiere ser como Cristo. El Papa sabe que deben cambiar las estructuras, pero antes debe cambiar la estructura de los corazones.

¿Cómo influirá el discurso del Papa sobre la pobreza en el comportamiento de los jesuitas en América Latina?

No conozco la vida de los jesuitas en Latinoamérica, pero puedo decir que el Papa cuenta con una potencialidad y energía de la que Europa carece. Su presencia será importante no sólo para esta región sino para la Iglesia universal, porque el Papa es de todos y no sólo del país de proveniencia.

¿La reforma de la Curia será la gran prioridad de Francisco?

Se pone atención excesiva en este tema y si bien el problema existe, debe encuadrarse en una visión más amplia, ya que al Papa le preocupa la Iglesia y no sólo la Curia, un instrumento al servicio del cuerpo vivo de la Iglesia.

Pero en la Iglesia hay problemas más difíciles, que muchos fieles piden al Papa analizar, como el divorcio, el celibato, los matrimonios gay...

Esta lista, muy periodística, ignora la vida de los cristianos y de la Iglesia, así como el anuncio del Evangelio, que el Papa afrontará imprimiendo un cambio de la visión cultural en la Iglesia.

¿Esta renovación estará marcará por la filosofía jesuita del Papa?

Lo marcó por ser el primer Papa jesuita, pero en la Compañía no hay una sola línea de pensamiento. Francisco hará su aporte personal ligado a ser jesuita y a su modo de vivir la fe, pero ahora es un pastor universal, lo que no significa que abandone sus raíces, su país y su pensamiento jesuita.

¿El diálogo con el superior general podría ser una guía para el Papa?

El Padre Adolfo Nicolás tiene una relación correcta y disponible con el Papa, pero no creo que esto comporte un papel específico o de privilegio, pero el ser jesuita de Francisco plasma su modo de entender la Iglesia.

El Papa ha retomado el relativismo de que hablaba Benedicto XVI

Sí, pero lo que realmente une a los dos Papas es la exigencia de una reforma que el Papa (Joseph) Ratzinger encarnó con su renuncia.

¿Cuánto pesará a Francisco la presencia del Papa emérito en el Vaticano?

Es una presencia absolutamente discreta, de apoyo con la oración que, en mi opinión, no tendrá ningún influjo directo sobre el Pontificado.

¿El dossier sobre VatiLeaks podría ser una prioridad para el Papa?

No lo sé, él está observando la Iglesia para saber qué cosa le sirve más. Sus primeros actos han sido de extrema humildad y de lucha contra la corrupción en la Iglesia, pero no creo que en este momento el Papa ponga como centro de su ministerio VatiLeaks, la Curia u otro tema de este tipo.