NACIONES UNIDAS (Agencias).— Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en medio de denuncias y llamados en favor de la equidad de género, esa lucha que no se ha terminado de ganar, pero donde todos los días hay avances.

Las estadísticas vuelven a mostrar que la desigualdad de género se manifiesta en todos los ámbitos y que las barreras sociales, culturales y económicas siguen excluyendo a las mujeres, que además tienen que afrontar la violencia.

Así, aunque América Latina cuenta con tres presidentas, la brasileña Dilma Rousseff, la costarricense Laura Chinchilla y la argentina Cristina Fernández, el camino por recorrer aún es largo. La principal preocupación en estos países gobernados por mujeres sigue siendo la violencia de género, y pese a que en todos ellos se han aprobado leyes, no se han logrado reducir significativamente los índices de violencia.

En Costa Rica, un promedio de 30 mujeres son asesinadas cada año, mientras que en Argentina la cifra llegó a 237 sólo en 2011. El Salvador y Uruguay también padecen este mismo problema, mientras que en Paraguay, las dificultades que afrontan las mujeres ha empujado a muchas a la emigración, principalmente a España y a Argentina.

Es en este marco que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la ceremonia celebrada ayer en la ONU con motivo de este día, instó a los gobiernos y a la sociedad civil a que dejen de considerar a la mujer como un “ciudadano de segunda”. También animó a que se cambie la mentalidad de hombres y mujeres en aras de aceptar la igualdad de las féminas. También reconoció que ha habido avances.

El número de jefas de Estado o presidentas de gobierno se ha duplicado de ocho, hace cuatro años, a 17 en la actualidad, mientras que el porcentaje de ministras pasó de 14.2% en 2005 a 16.7% ahora, según el Mapa Mundial de la Mujer en la Política 2012, presentado la semana pasada en la ONU.

Mientras, en Guatemala organizaciones defensoras de los derechos humanos de las mujeres (que en ese país representan 38% de la Población Económicamente Activa, PEA) demandaron el acceso a la tierra para terminar con el hambre y la desnutrición, así como el fin de la violencia de género.

En República Dominicana se reportó que de las poco más de tres millones de personas registradas como pobres en el país, 50.5% son mujeres. Y de 840 mil 817 hogares, 65% tiene jefatura femenina.

Del otro lado del mundo, en China, una de cada cuatro mujeres es maltratada en su casa y una de cada 20 es víctima de violencia física, revelaron datos de la Federación de Todas las Mujeres de China. En Marruecos, el acceso a los servicios de salud entre la mujer rural (que representa 41% del total de población femenina) y la urbana se tradujo en el periodo 2009-2010 en una tasa de mortalidad materna en el campo, casi el doble que en la ciudad.

Afortunadamente, en algunos países se han registrado avances. Tal es el caso de Uruguay, donde una comisión interdisciplinaria coordinada por Sara Paysséi indicó ayer que “la discriminación más burda actualmente es difícil que exista” en el país. “Es más sutil y tiene que ver con el acceso al trabajo, la remuneración, los ascensos o incluso la posibilidad de realizar horas extras o trasladarse fuera del lugar de trabajo”.

Doce latinoamericanas se han hecho un hueco en la lista de las 150 mujeres más valientes del mundo que publica esta semana la revista estadounidense Newsweek. Entre ellas figuran las presidentas de Argentina y de Brasil, así como la ex mandataria de Chile Michelle Bachelet, las argentinas Abuelas de la Plaza de Mayo y la líder estudiantil chilena Camila Vallejo.

La ONU comenzó en 1975 a conmemorar el Día Internacional de la Mujer y este año lo celebra bajo el lema “Empoderar a la mujer rural, acabar con el hambre y la pobreza”.