TRÍPOLI (Agencias).— La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizó ayer sus primeros bombardeos diurnos en Libia, en una nueva etapa de la intervención militar para aumentar la presión sobre el coronel libio Muammar Gaddafi.

Los más recientes ataques aéreos de la alianza tuvieron como blanco instalaciones del régimen en Trípoli, en particular el complejo residencial de Gaddafi, una base militar en el centro de la ciudad y un almacén de municiones.

Los aviones del bloque militar destruyeron con precisión las torres de vigilancia en el muro de protección del complejo de Al-Aziziya, como “un mensaje claro a Gaddafi de que ya no puede seguir ocultándose detrás de esas paredes”, informaron fuentes militares.

Los bombardeos golpearon un cuartel militar en la capital del país causando el derrumbe de varias partes de los muros, así como un depósito que estaba lleno de explosivos, pese a que el régimen libio había asegurado que estaban vacíos.

En un comunicado, la OTAN indicó que sus aviones de combate hicieron blanco en Trípoli, en Sirte (ciudad natal de Gaddafi), en Mizdah y Hun, mientras continuaban los enfrentamientos entre las tropas leales al régimen libio y los combatientes opositores en la ciudad de Ajdabiya.

La intensificación de ataques de la OTAN se dio después de que el Grupo de los Ocho (G8) países más industrializados afirmó que Gaddafi perdió su legitimidad y que debe irse de Libia, advirtiendo sobre un endurecimiento de las acciones militares.

Entre tanto, los opositores al régimen de Gaddafi están desarrollando una nueva forma de resistencia no violenta. Según informa hoy la web de la oposición libyafeb17.com, están escondiendo radiocasetes y altavoces en las plazas más concurridas. Luego activan los aparatos a distancia y reproducen canciones prohibidas por Gaddafi, como el antiguo himno de la independencia libia.

Pactan tregua en Yemen

Entre tanto, el gobierno yemení y los líderes tribales armados que piden la dimisión del presidente Ali Abdulá Saleh acordaron ayer terminar con la confrontación que ha llevado al empobrecido país árabe al borde de la guerra civil.

El trato incluye el retiro de las tribus armadas desde los edificios públicos ocupados y pretende la normalización de la vida en el barrio Hasaba de Saná después de que 115 personas murieran en las disputas esta semana, reveló una fuente cercana a los mediadores.

Un funcionario del gobierno dijo: “Sí, tenemos un acuerdo que entra en vigor mañana (domingo) en la mañana”.

Las luchas tribales contra el gobierno han llevado a miles de residentes a huir de Saná.