BRASILIA (DPA).— En un fallo histórico, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil reconoció ayer la legitimidad de la unión civil entre parejas homosexuales, lo que otorga a las parejas gay más de un centenar de derechos de los que hasta ahora sólo disfrutaban las parejas heterosexuales.

La decisión fue adoptada por unanimidad de los 10 ministros (magistrados) que votaron sobre el tema. El fallo asegura a los gays que mantienen una relación estable los mismos derechos reservados a las parejas heterosexuales en lo que se refiere a temas como herencia y división de los bienes en caso de separación.

Además, los homosexuales podrán incluir a su compañero o compañera como dependientes para los beneficios de seguros de salud o de pensiones del sistema previsional, entre otros derechos.

La unión civil gay no es reconocida por el Código Civil brasileño. Sin embargo, el fallo de la Corte Suprema tendrá que ser seguido no sólo por todas las cortes judiciales del país, sino también por todas las instancias gubernamentales.

Durante el juicio, que se inició este miércoles y terminó en la noche de hoy, el magistrado Gilmar Mendes lamentó “la inercia” del Poder Legislativo, donde desde hace años se encuentran estancados los proyectos destinados a legalizar la unión civil entre homosexuales. Según Mendes, la indefinición legal sobre el tema abre espacio a una agudización del prejuicio contra los gays e, incluso, a los casos de violencia en contra de homosexuales.

Según el más reciente censo demográfico realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), existen actualmente en Brasil 60 mil parejas homosexuales.

Hasta hoy, más de 20 países reconocen la unión civil de homosexuales, entre ellos Uruguay. Una propuesta similar se tramita desde hace años en el Congreso brasileño, pero enfrenta resistencias, en parte debido a la oposición de la poderosa Iglesia católica.