ROMA (Agencias).— El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo ayer con actitud desafiante que no le preocupa ser juzgado por pagar por mantener relaciones sexuales con una menor de edad y por abuso de poder, y prometió quedarse en el cargo hasta 2013.

En su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras conocerse ayer la decisión de una jueza de Milán de enviarlo a juicio inmediato por el caso Ruby, el premier italiano, de 74 años, rehusó responder a preguntas sobre el asunto, aunque quiso zanjar el tema con un breve comentario.

“Por amor al país no hablaré sobre eso. Baste decir que no estoy preocupado en lo más mínimo”, dijo Berlusconi.

Ante la insistencia de un periodista en preguntarle sobre el caso Ruby, conocido así por el apodo de la joven marroquí Karima El Marough, que acudió a sus fiestas cuando era menor de edad, Berlusconi dijo: “Escucha, revoltoso, déjalo estar. Sólo preguntas sobre el tema que nos ocupa. Estamos aquí para preocuparnos de economía”.

Lo anterior lo dijo en una rueda de prensa en la sede de la presidencia del gobierno en Roma, tras un acuerdo con la patronal sobre créditos para pequeñas y medianas empresas (pymes).

Berlusconi se reunió luego con el presidente ruso Dmitri Medvedev, a quien brindaba una cena de Estado.

El juicio está previsto para comenzar el 6 de abril bajo la presidencia de tres juezas, justamente cuando grandes manifestaciones de mujeres lo acusan de degradar a su sexo con el escándalo y sus declaraciones sobre el sexo femenino.

El primer ministro dijo en una rueda de prensa que espera ampliar su mayoría parlamentaria en los próximos días y desmintió los rumores sobre la posibilidad de que se convoquen elecciones anticipadas debido al escándalo. Además, agregó que su coalición es sólida y que seguirá en el cargo hasta las elecciones previstas para 2013.

No obstante, los principales comentaristas italianos creen que no podrá contener la marea que se dirige hacia unos comicios anticipados. “Hablando objetivamente, Berlusconi está agotado y respira con dificultad”, escribió Massimo Franco, un comentarista político del diario Corriere della Sera.

Los lugartenientes de Berlusconi han criticado con dureza la orden de celebrar un juicio, que consideran otro calculado paso de magistrados de izquierda para destruir la carrera política del magnate de los medios, pero algunos comentaristas creen que está aumentando la oposición al político y empresario.

Jugando a la defensiva

“Berlusconi está ahora en una posición defensiva y (la orden del tribunal) da aliento electoral a una oposición que huele una oportunidad preciosa para derrotarlo”, dijo Franco.

La oposición reclamó el martes pasado la dimisión del primer ministro. En caso de que sea declarado culpable, Berlusconi se enfrenta hasta a 15 años de prisión.

Otro comentarista, Stefano Folli del Il Sole 24 Ore, dijo: “Es obvio que la legislatura ha acabado y el Parlamento se dirige a una parálisis”.

El escándalo sexual tiene a todo el país pendiente y, según los comentaristas, ha causado unos daños incalculables a la imagen exterior de Italia. Mucho dependerá de la posición de la Liga Norte, el principal socio de la coalición de Berlusconi, y su líder Umberto Bossi, del futuro de su gobierno.

Bossi, el principal aliado político del primer ministro, dijo sobre la estabilidad del gobierno de Berlusconi: “Si el gobierno cuenta con los números (de apoyos suficientes), sigue adelante. Si no los tuviera, entonces caería por sí solo”.