aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




WikiLeaks esombrece futuro político de Clinton

J. Jaime Hernández / Corresponsal| El Universal
Lunes 06 de diciembre de 2010
WikiLeaks esombrece futuro poltico de Clinton

WASHINGTON. Clinton, el sábado en una cena de gala en el Departamento de Estado . (Foto: RON SACHSEFE )

Algunas voces piden la dimisión de la secretaria de Estado por la “megafiltración”

WASHINGTON.— Recorrer media docena de capitales, estrechar la mano de quienes han sido espiados en su nombre, ofrecer disculpas y asegurar que la vergüenza por la “megafiltración” de 250 mil documentos secretos por parte de WikiLeaks nunca volverá a repetirse. Así es como la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha intentado poner su mejor cara frente a un escándalo que podría haber comprometido seriamente su futuro político.

Aunque la jefa de la diplomacia estadounidense ha asegurado que su actual responsabilidad en el gabinete será probablemente su último cargo público, no falta quien considere que no ha hecho más que rendirse ante la evidencia.

“La debilitada y humillada secretaria tendrá que pagar (de alguna forma)”, opinó el analista Jack Shafer, al ponderar las responsabilidades políticas detrás de una filtración que ha puesto en jaque las relaciones exteriores de EU con todo el mundo y ha arruinado las expectativas de quienes veían en Clinton a una contendiente viable para la presidencia.

“La diplomacia es el rostro y la apariencia (de una nación), y quizá la única forma de salvar la cara ante otras naciones será ofrecer la cabellera de Clinton”, consideró Shafer al sugerir que el sacrificio político de la secretaria de Estado podría ser la única salida para mantener incólume la imagen de Estados Unidos ante el mundo y librar a la administración del presidente Barack Obama de los ataques de los republicanos, empezando por la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, quien no ha desaprovechado el escándalo de las filtraciones para acusar de “incompetente” al gobierno de Obama.

Desde la izquierda más liberal, el hecho de que Clinton haya autorizado el espionaje de representantes de distintos países en el seno de la ONU, así como en distintas embajadas y consulados en varias partes del mundo (solicitando la recolección de información que va desde datos biométricos, ADN, huellas y número de tarjetas de crédito), ha obligado al Departamento de Estado a rechazar que su personal haga las veces de espías y a asegurar que Clinton nunca autorizó personalmente estas prácticas.

“El hecho de que el nombre de la secretaria de Estado figure al final de cada cable que se emite desde Washington es una práctica habitual y no significa que ella lo haya autorizado personalmente”, dijo Patrick Kennedy, subsecretario de Estado para asuntos administrativos.

A pesar de los intentos por desmarcar a Hillary Clinton de las prácticas de espionaje, que según fuentes del Departamento de Estado habrían sido solicitadas por la CIA mediante la directiva Humint (Inteligencia Humana), un manual de operaciones que ha buscado convertir a funcionarios diplomáticos en una extensión de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, la responsabilidad política recae en la cabeza del Departamento de Estado y, por ello, desde algunos sectores se comienza a hablar de la dimisión de Clinton.

Ven conspiración

Cuando el fundador de la página de WikiLeaks, Julian Assange, declaró la semana pasada a la revista Time que Hillary Clinton tendría que renunciar por haber ordenado el espionaje de representantes de otros países en el seno de la ONU y distintas embajadas de todo el mundo, algunos de los más fervientes defensores de la funcionaria llegaron incluso a insinuar que la filtración formaba parte de una conspiración para tratar de eliminar políticamente a la secretaria de Estado ante la eventualidad de una candidatura presidencial en el 2012.

En medio de esta tormenta de acusaciones y especulaciones ha sido la propia Clinton quien se ha visto obligada a dar un paso al frente para asegurar que su cargo como secretaria de Estado posiblemente será su última responsabilidad pública. Se trata de una declaración que, sin embargo, no puede ser interpretada como el anticipado adiós de una mujer que no pocas veces ha dado muestras de una formidable capacidad de supervivencia política.

“En otros países, noticias o escándalos de este tipo provocan las renuncias de altos cargos del gobierno. Pero en Estados Unidos no hay esta tradición”, consideró el columnista político David Corn, al anticipar que Clinton no sólo no renunciará a su cargo, sino que se mantendrá impasible mientras Estados Unidos denuncia la filtración de más de 250 mil documentos secretos y confidenciales como un atentado contra su seguridad nacional, contra la vida de decenas de personas en distintas partes del mundo y contra la estabilidad y la paz de todo el mundo.

“¿Cuántos funcionarios del gobierno de George W. Bush renunciaron cuando se descubrió que la administración estaba equivocada sobre la historia de las armas de destrucción masiva en Irak? Ninguno”, comentó Corn a manera de ejemplo. Además, puntualizó que estando “el presidente Barack Obama en una posición de debilidad política tras las elecciones intermedias del pasado mes de noviembre, no parece lógico que deje en la cuneta a una mujer que sigue gozando de un amplio apoyo en la base del Partido Demócrata”.



Ver más @Univ_Mundo
comentarios
0