BUENOS AIRES.— “Cuando la verdad nos acompañe plenamente, verán a este presidente como un padre dispuesto a multiplicar afectos y cuidados”. Esa frase, que tranquilamente podría sumarse a la cadena de chistes que suscitó en los últimos días su pasada conducta, fue utilizada ayer por el presidente, Fernando Lugo, para asegurar que el escándalo por su múltiple paternidad no asumida no lo obligará a renunciar a su cargo, mientras pidió “perdón al pueblo paraguayo y a la Iglesia católica”.

En lo que fue su primer pronunciamiento tras la nuevas denuncias por paternidad no reconocida, Lugo ofreció ayer una conferencia de prensa, en el Palacio Mariscal López (sede del gobierno), que inició con la lectura de un comunicado en el que aseguró que no renunciará.

“Ante los rumores de inestabilidad y de conspiración, este proceso no sufrirá retroceso hasta el 15 de agosto de 2013, cuando estaremos entregando a nuestro sucesor la banda presidencial”, sostuvo el mandatario.

En lo que respecta a las denuncias que originaron “la crisis de paternidad”, el presidente sostuvo que esos “acontecimientos que son de público debate, que tienen que ver con informes de paternidad referidos a mi persona, quiero expresar que soy un ser humano y por tanto nada humano me es ajeno. Al tiempo de pedir perdón por estas circunstancias quiero ratificar que mi versión será siempre la verdad”.

Ayer fue otro día de rumores y de nuevas denuncias. Damiana Morán, la dirigente social que el pasado martes reveló haber tenido un hijo con el mandatario, para luego decir que no reclamará nada, aseguró ayer que acudirá a la Justicia, al no quedar conforme con lo que el abogado del jefe de Estado, Marcos Fariña, le había dicho.

Fariña le desmintió que el presidente haya aceptado reconocer ese hijo, de un año y nueve meses y de nombre Juan Pablo. “Esto no va a quedar así...”, advirtió.

Pero el presidente pareció responderle cuando dijo que “se atenderá caso por caso” de las denuncias. Tanto la de Damiana, como la de Benigna Leguizamón, que espera que se compruebe que el presidente es el padre de su hijo Fernando.

Lugo enfrentó, al mismo tiempo, presiones políticas. El influyente senador liberal (oficialista) Alfredo Jaeggli pidió ayer la renuncia del mandatario y que le entregue el poder al vicepresidente Federico Franco.

Lugo “fue elegido considerando que su pasado garantizaba una alta credibilidad y se pensaba que se podría enderezar el rumbo del país. Su situación personal de hoy ha hecho que pierda toda credibilidad”, aseveró en su pedido Jaeggli.

“Hay que llamar a un gobierno de coalición para evitar que Lugo nos lleve al socialismo del siglo XXI”, agregó el acaudalado empresario del sector de los cosméticos.

Sin embargo, Lugo también pareció tener respuestas para los que como Jaeggli piden su renuncia. Luego de responder a una pregunta y anticipar que “hablará con el vicepresidente (con el que está distanciado personal y políticamente), aseguró que “los que tejen sus telarañas y sus intrigas bajo la mesa pueden esperar sentados”.

“Yo, persona humana, asumiré aquellas situaciones que me conciernen por respeto a la justicia y a la verdad”, concluyó Lugo, quien aún tiene dos pedidos de reconocimiento de paternidad por responder y un electorado que sigue esperando el prometido cambio, que parece cada vez más demorado.