PUTTUMATTALAN, Sri Lanka (Agencias).— Centenares de personas que huyeron de intensos combates entre rebeldes tamiles y el Ejército de Sri Lanka aguardaban ayer a ser desalojadas de esta pequeña población costera, mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que casi 6 mil 500 civiles tamiles murieron en los últimos tres meses —70 por día, en promedio—, a raíz de la violencia.

A pesar de los llamados de la comunidad internacional por un cese el fuego, el Ejército cingalés aseguró que la ofensiva contra la guerrilla tamil seguirá y que no dejará escapar a su líder, Vellupillai Prabhakaran, quien presuntamente se esconde entre decenas de miles de civiles en un diminuto reducto guerrillero en el norte del país, una franja costera de unos 17 kilómetros cuadrados en el distrito de Mullaitivu. Ayer mismo, enviados indios se reunieron con el presidente de Sri Lanka Mahinda Rajapaksa, con quien intentaron, en vano, acordar una tregua al conflicto.

La situación de los civiles que quedaron atrapados en la franja costera donde combaten el Ejército y los rebeldes tamiles empeora debido a la escasez de alimentos y la falta de medicamentos. Las condiciones “eran terribles pues no teníamos nada para comer”, declaró Rajeshwarai, una mujer de 40 años, que sólo dio su primer nombre. De acuerdo con muchos testimonios, los tamiles han estado usando a los civiles como escudos humanos, una versión desmentida por los rebeldes.

Esta semana, más de 100 mil civiles han huido de la zona de combate, pero de acuerdo con cifras de la ONU, reveladas por la vocera Elisabeth Byrs, entre 50 mil y 100 mil más aún están atrapados en el fuego cruzado.

Byrs definió la situación de los civiles como dramática debido, entre otros factores, a que “los campamentos (creados para acogerles) están superpoblados”, “las reservas de alimentos están en su nivel más bajo” y la capacidad de dar atención médica es mínima.

Rajeshwarai dijo que ella y otros civiles se desplazaron durante meses junto con los rebeldes en retirada, mientras el Ejército de Sri Lanka iba ocupando territorio de los insurgentes, en su intento por poner fin a una guerra civil de casi un cuarto de siglo. Los rebeldes prometieron que protegerían a la población tamil, dijo Rajeshwarai, pero, lamentó, “no mantuvieron la promesa”.

Médicos sin Fronteras, una organización de asistencia médica, dijo que los civiles que huyen de la zona en conflicto incluyen gran cantidad de personas que fueron heridas por armas de fuego o por explosivos.

Por lo menos 6 mil 432 civiles, entre ellos muchos niños, han muerto en los últimos tres meses y 13 mil 946 resultaron heridos en las zonas de combates, según un documento privado de la ONU que circuló entre las misiones diplomáticas en Sri Lanka en días recientes. Un diplomático extranjero entregó ayer una copia a The Associated Press. La ONU se ha negado a divulgar públicamente la cifra de bajas entre los civiles tamiles, de la que agencias de ayuda humanitaria responsabilizan a ambos bandos del conflicto.

El Ejército no está dispuesto a ceder. “Nuestra prioridad es rescatar primero a los civiles y luego ir por el líder del LTTE (Tigres para la Liberación de la Patria Tamil). Sabemos que está dentro”.

Los tamiles, aseguró a su vez el brigadier Savendra Desilva, “están disparando pero no estamos respondiendo por el temor de alcanzar a los civiles. No nos importa dedicar más tiempo a recapturar toda el área”, añadió.

El Ejército dice haber causado bajas “masivas” en las filas del LTTE y, según Desilva, ha sufrido 15 muertos y 75 heridos “a causa del fuego de artillería” guerrillero.

El brigadier, que apoyó su afirmación en supuestas confesiones de dos líderes guerrilleros que se rindieron esta semana, dijo que Prabhakaran está escondido con su hijo mayor y un par de cabecillas del LTTE, y decidido a luchar “hasta el final”. Citado por el diario cingalés Daily Mirror, Desilva añadió que el jefe del LTTE podría intentar escapar de la isla en submarino, pero añadió que esa posibilidad es “muy remota” porque la Marina cingalesa ha establecido un bloqueo total de la costa en las zonas de concentración guerrillera.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que enviará un equipo de ayuda humanitaria a la zona donde están atrapados los civiles.