YAKARTA (DPA).— Al menos 58 personas murieron ayer y hasta 72 se encuentran desaparecidas tras la rotura de un dique y una inundación provocada en una zona densamente poblada cerca de la capital indonesia de Yakarta, informaron funcionarios locales.

En la presa Situ Gintun, de unos 10 metros, situada en el distrito de Tangerang, a 50 kilómetros al sur de Yakarta, se formó un enorme agujero de 70 metros por donde fluyeron millones de metros cúbicos de agua, barro y piedras hacia el área residencial. El accidente tuvo lugar sobre las 2:00 de la madrugada, hora local, cuando la mayoría de la gente dormía.

Varios centenares de viviendas se inundaron y otras fueron arrastradas por la corriente. Se calcula que al menos 400 viviendas resultaron destruidas o dañadas. Sin embargo, en los barrios más desfavorecidos, las viviendas precarias fueron arrastradas por el agua, que se llevó también postes telefónicos y automóviles.

En un primer momento se había hablado de menos de una veintena de muertos, pero el número de víctimas se elevó a 58 después de que los equipos de rescate hallaran más cadáveres.

Unas 173 personas resultaron heridas en el trágico accidente y cientos de sobrevivientes fueron trasladados a la universidad de Muhammadiyah y en escuelas locales. “Muchos cadáveres fueron hallados muy lejos de sus hogares”, informó un funcionario policial local.

“Toda la zona se encuentra bajo una gruesa capa de lodo”, informó el presidente del centro de crisis instalado por el Ministerio de Salud, Rustam Pakaya.

Residentes de la zona dijeron que en la región había llovido intensamente el jueves.

Las imágenes de televisión mostraron un gran agujero y el área devastada tras el colapso de la presa, construida en 1933, cuando Indonesia se encontraba bajo ocupación holandesa y que retenía agua del río Pasanggrahan. Un hombre contó a una televisora que nunca había ocurrido algo así en la zona. “Hubo filtraciones otras veces, pero los funcionarios sólo hicieron fotos y nada para solucionarlo”.

Uno de los principales grupos defensores del medio ambiente del país, Walhi, se quejó de que la presa ya se había roto en parte en noviembre de 2008, algo que “debería haber servido como aviso de que era vulnerable” , dijo el director de Walhi en Yakarta, Slamet Daryoni. “Las autoridades deberían haber puesto un sistema de advertencia temprana para la población. Esto es fruto de la negligencia”, denunció.

Equipos de rescate seguían rastreando el área, en busca de más víctimas. El presidente indonesio, Bambang Yudhoyono, pospuso un acto de la campaña electoral para visitar el lugar del desastre.