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Israel ha lanzado en los últimos cuatro días “la operación militar más sangrienta contra Gaza desde la guerra de los seis días” de 1967, acusa el embajador Said Hamad, de la Delegación Especial Palestina en México, tras exhortar a la comunidad internacional a forzar al gobierno israelí a negociar con los palestinos.

Un millón y medio de palestinos de Gaza son ahora “víctimas del terror israelí”, subraya Hamad en una conversación telefónica con EL UNIVERSAL, en la que rechaza que la ruptura de la tregua de seis meses entre Israel y Hamas, el pasado 19 de diciembre, haya sido decidida unilateralmente por la parte palestina y asegura que ningún cohete Kassam fue lanzado en ese periodo por Hamas contra Israel.

“Estos cuatro días han sido los más sangrientos en Palestina desde la guerra de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este. Desde que comenzó la lucha, el sábado pasado, han muerto más de 400 palestinos, de los cuales 80% son civiles, entre ellos, mujeres, ancianos y niños. Dos mil civiles han resultado heridos”, detalla.

“Debe recordarse que desde la retirada unilateral de Israel de Gaza, hace 18 meses, Gaza ha estado bajo sitio israelí. Gaza no ha podido obtener los recursos que necesita para su supervivencia: combustibles, alimentos, asistencia médica”, explica, para contextualizar la lucha armada actual. Asegura que ni combates ni cohetes contra Israel fueron lanzados en los seis meses que duró la tregua, mientras que Israel ha impedido en los últimos 18 meses a los palestinos entrar y salir de Gaza.

Hamad recuerda que el proceso de paz con Israel lo inició en 1991 la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y no Hamas, que es apenas una de las 14 organizaciones palestinas. “Hamas es parte del problema, pero no es todo el problema”, dice.

Admite que hay diferencias entre la OLP y Hamas, “que pueden ser resueltas”, pero aclara que la raíz del conflicto es la continua ocupación militar de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este, por parte de Israel. El papel de la comunidad internacional es obligar a Israel a encontrar una solución con el pueblo palestino. “La resolución 181 de las Naciones Unidas estableció en 1947 el plan de partición de Palestina, con la creación de dos Estados. Uno ha sido creado, el israelí, el otro no. La obligación de la comunidad internacional, del Consejo de Seguridad de la ONU, es implementar la otra parte de la resolución 181”, insiste, dando perspectiva histórica a la confrontación.

Hamad confía en que el nuevo gobierno de Estados Unidos patrocinará pláticas de paz entre palestinos e israelíes. “Espero que Estados Unidos invite lo más pronto posible a los líderes de Israel y la Autoridad Palestina a la Casa Blanca porque esta situación no puede continuar así... hay mucho sufrimiento en la región, sobre todo de niños palestinos e israelíes. Espero que el presidente Barack Obama continuará con el proceso de paz iniciado por la administración Clinton”.