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La actual ofensiva militar de Israel contra Hamas en Gaza tiene un propósito: crear una nueva realidad que le permita a la población del sur israelí vivir con tranquilidad, pues se trata de impedir que continúen los ataques con cohetes que desde hace ocho años lanza esa organización “terrorista” contra civiles, dice el embajador israelí en México, Yosef Livne, en una visita a EL UNIVERSAL.

Se trata también de que Hamas se lo piense dos veces antes de lanzar los cohetes Kassam contra los civiles israelíes, puntualiza el diplomático.

“Israel no tiene ningún pleito con la población palestina. Israel lo único que quiere es impedir que siga esta ola de violencia contra nuestra población civil, que ésta pueda vivir su vida en paz. No hay un pleito con el pueblo palestino; (el pleito) es con Hamas”, explica.

“No sólo no tenemos un pleito con el pueblo palestino. Seguimos comprometidos con la idea de tener dos Estados, el Estado palestino al lado del Estado de Israel”, insiste Livne, quien defiende la legitimidad del gobierno de la Autoridad Palestina, encabezado por el presidente Mahmud Abbas, a quien —considera— Hamas dio un golpe de Estado, al expulsarlo de la Franja de Gaza.

Livne niega que la ofensiva actual haya sido planeada y que Israel trate de aprovechar la coyuntura del próximo cambio de administración en Estados Unidos. “Nadie en Israel tiene ninguna intención de influenciar la llegada de la nueva administración en Estados Unidos”, dice enfático, y señala que el gobierno estadounidense “siempre ha jugado un papel constructivo en Medio Oriente. Estados Unidos es un país muy amigo de Israel. Creemos que Estados Unidos va a seguir jugando un papel muy importante en el marco del cuarteto (de la ONU para la región integrado por Rusia, EU, la Unión Eoropea y la ONU) en diferentes foros”.

Livne describe: “Hamas es una organización terrorista, fundamentalista, extremista, que rechaza la mera existencia del Estado de Israel. Es antisemita en su carácter. Desde hace 8 años lanza ataques con cohetes contra Israel. En agosto de 2005, Israel se retiró totalmente de la Franja de Gaza que ocupaba desde 1967. Retiró a su población civil y militar; no hay presencia israelí en Gaza”.

El embajador dice que su país se retiró de Gaza “con la esperanza de que esto le permitiría a los palestinos desarrollar la región y demostrar que son capaces de tener un Estado propio. Lamentablemente comenzaron a lanzar cohetes contra la zona suroeste de Israel y exclusivamente contra población civil. Tenemos medio millón de habitantes que viven bajo la amenaza de estos cohetes”.

Acusa a Hamas de haber aprovechado la tregua de seis meses para contrabandear armas y aumentar su capacidad ofensiva contra Israel, pues sus cohetes lograron llegar ya a la localidad de Bersheva, que está a 40 kilómetros de Gaza. La semana pasada, lanzaron en un solo día 80 cohetes. Dice que la operación militar seguirá hasta que se logre el objetivo de restablecer la tranquilidad para los israelíes que viven en el suroeste, pues “la primera obligación de un Estado es velar por la vida de sus ciudadanos”. Y pregunta: “¿Cómo dialogar con alguien que rechaza la existencia misma del Estado de Israel, que se propone ‘borrar a Israel de la faz de la tierra?’”.