WASHING-TON.— En un nuevo giro del escándalo que ha obligado al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, a marcar distancias con el gobernador de Illinois, la Fiscal General de ese estado, Lisa Madigan, elevó ayer una petición formal al Tribunal Supremo del estado para inhabilitar a Rod Blagojevich de sus funciones ejecutivas y allanar al mismo tiempo la vía a un proceso de destitución en el Congreso local.

“Reconozco que esta es una petición extraordinaria, pero estamos ante circunstancias extraordinarias”, dijo Madigan en alusión a la operación orquestada para obligar a renunciar al gobernador Blagojevich.

La moción presentada a primera hora de ayer ante el Tribunal Supremo de Illinois se ha convertido así en el primer acto para decapitar al gobernador y evitar que siga ostentando y utilizando sus poderes ejecutivos en beneficio propio, mientras desafía las peticiones de renuncia que se le han acumulado desde distintos frentes, empezando por la que públicamente ha transmitido Obama.

“El señor Blagojevich ha demostrado que es incapaz de distinguir entre sus intereses financieros y sus obligaciones oficiales, y entre actos ilegales y la conducta legal, lo cual le inhabilita para ejercer como gobernador”, dijo Madigan, quien ha señalado que tras su petición formal de inhabilitación está el interés por evitar que el gobierno estatal entre en una fase de disfuncionalidad.

La fiscal se ha convertido así en la primera funcionaria de alto nivel en tomar acciones para cortar de tajo con un escándalo que ha obligado al equipo de transición de Obama a negar cualquier tipo de trato o contacto con el gobernador de Illinois, a fin de pactar el nombre del sucesor del presidente electo en el escaño senatorial que dejó vacante tras su victoria.

“Estoy actuando como la abogada del estado y de los ciudadanos de Illinois”, dijo Madigan al pronunciarse a favor de un proceso de elecciones especiales que decida en el futuro la forma en que se cubren los escaños senatoriales vacantes, para evitar así que se repita el escándalo que ha puesto en jaque a las instituciones del estado y ha ofrecido munición a los republicanos para cuestionar la “ética y cultura política” de Illinois y, por tanto, de uno de sus más exitosos hijos políticos: Obama.

Nada más conocerse la petición de inhabilitación contra el gobernador, su principal asesor, John Harris, hizo pública su renuncia. A su vez, Blagojevich se refugió en su domicilio mientras se multiplicaban los rumores de su posible abandono del cargo.

Ayer por la mañana, el gobernador se reunió con ministros religiosos. El religioso Ira Acree, de la Iglesia Bíblica de San Juan, dijo que Blagojevich habló de conformar un equipo de asesoría legal y política, pero se siente acorralado ´”sin espacio ni oportunidad de esclarecer nada”.

Jackson sigue en la mira

Al mismo tiempo, las pesquisas para conocer la identidad y los términos de los tratos para ofrecer al mejor postor el escaño senatorial que dejó Obama, siguen colocando en la mira a personajes como Jesse Jackson Jr.

De acuerdo con una investigación de The Chicago Tibune, el gobernador de Illinois se habría reunido con empresarios amigos de Jackson para discutir la donación de un millón de dólares.

Las acusaciones, que sugieren un marco de negociación tras bambalinas, en las que habría participado uno de los hermanos de Jackson para discutir la posible donación de un millón de dólares a la campaña de Rod Blagojevich, han sido rechazadas tajantemente por el congresista estatal que ha insistido en mantener su inocencia.

“No tengo que avergonzarme de nada. No he tenido ningún tipo de acuerdo con el gobernador y estoy colaborando para aclarar cualquier duda”, insistió Jackson que lucha por su supervivencia política.