BUENOS AIRES.— Se esperaban millones, pero asistieron miles. No obstante el grito de “paz” y “libertad ya”, parece haber llegado hasta las entrañas de la selva para que lo escuchen las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colonbia) y los más de 40 rehenes identificados aún en su poder, sean liberados antes de Navidad, de acuerdo a la convocatoria que los medios de comunicación hicieron de la marcha que ayer se realizó en diversas ciudades colombianas y del extranjero.

Mientras en Bogotá más de 3 mil personas marcharon hacia la plaza de Bolívar, en reclamo de libertad a los rehenes, en Madrid, la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, acompañada del canciller español, Miguel Moratinos, reclamó de la guerrilla el compromiso para liberar a los secuestrados aún en su poder, la mayoría todos militares.

“Es importante que las FARC sientan y vean el repudio del mundo entero por lo que están haciendo”, dijo Betancourt, quien permaneció más de seis años en poder de la guerrilla, en la madrileña plaza Colón ante varios centenares de personas, en su mayoría colombianos. En tanto, en París sus familiares encabezaban un acto similar en la Place Chatelet y en Sao Paulo un pequeño grupo de residentes colombianos también se había reunido en la avenida Paulista.

El punto culminante del acto en la capital colombiana fue cuando Wilson Bueno Largo, más conocido por su alias de Isaza, el ex guerrillero que en octubre último ayudó a escapar de su cautiverio al ex congresista Oscar Tulio Liscano, hizo uso de la palabra para pedirle a sus ex compañeros “que abandonen las armas y que se desmovilicen”.

Aun así, la sede principal de esta segunda movilización por los secuestrados a lo largo del año tuvo lugar en Medellín, a 440 kilómetros de Bogotá), fue encabezada por el popular cantautor Juanes, quien en su alocución lamentó la escasa asistencia de público, que en algunas regiones obligó a suspender las marchas, en todos los actos programados.

Luego ante los periodistas, el autor de “A Dios le pido”, manifestó su tristeza “porque en esta marcha no haya tanta gente como antes. En este momento, quienes están en la selva son policías, soldados que no son tan reconocidos como otros que han estado ahí, y creo que es ahora cuando más tenemos que apoyar este tipo de marchas”.

Tanto Juanes como algunos analistas atribuyeron la escasa concurrencia a “el escándalo de las Pirámides, que tiene a toda la sociedad muy preocupada y dolida”.

Para Luis Eladio Pérez, el ex congresista liberado en febrero último, “la causa de los rehenes perdió peso, la presión internacional disminuyó, nunca más volvieron a escucharse voces de estos países en favor del tema”. No obstante, llamó a “todos los colombianos a reclamar y no bajar los brazos.

La jornada había sido convocada por los medios de comunicación locales y por la propia Betancourt con el fin de “hacer una regalo de Navidad” a los rehenes (dos políticos, 25 militares y un centenar de policías) y a sus familiares que la guerrilla insiste en canjear por insurgentes detenidos, algo que fue rechazado por el vicepresidente Francisco Santos, quien se negó a “equiparar a los detenidos con los secuestrados” por la guerrilla, a la que estuvieron destinados todos los reclamos que ayer volvieron a llegar de buena parte del país y del extranjero.