SAN JOSÉ.— Sin observadores extranjeros y con temores de fraude, Nicaragua elegirá el próximo domingo a los alcaldes y vicealcaldes de 146 municipios, en unos comicios con los que la oposición política pretende desmantelar los supuestos planes del presidente izquierdista Daniel Ortega de instalar un “régimen totalitario”.

“No a la dictadura”, grita la oposición que, pese a sus diferencias ideológicas, aglutinó a sectores de izquierda, centro y derecha para enfrentarse a la maquinaria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y al gobierno comandado por Ortega y su esposa, Rosario Murillo, la mujer más influyente de Nicaragua.

“Está en marcha la construcción de un proyecto dictatorial, personal, familiar y dinástico”, que es “igual o peor” que el de la familia Somoza, depuesta en 1979 por las guerrillas del FSLN tras casi medio siglo de dictadura, denunció Edmundo Jarquín, ex embajador en México, ex candidato presidencial y líder de la disidencia sandinista.

Jarquín pidió “votar por la democracia y contra la dictadura”, y “en cualquier opción, menos en la de Daniel Ortega”.

Desde que asumió el poder en enero de 2007, el presidente es acusado de imponer un régimen antidemocrático que manipula al poder judicial y las instituciones electorales, eliminar partidos políticos rivales, arrinconar a la libertad de prensa y lanzar turbas a sus opositores.

El mandatario, que impidió que observadores extranjeros acudan al país a vigilar los comicios, rechazó los ataques y culpa a la oposición de servir al “imperialismo estadounidense” y esta semana denunció un plan de “provocación y violencia” de grupos políticos que “ya se sienten como perdedores”.

“No me extraña que el candidato de los ricos lleve su consigna que dice: Todos contra Ortega. Es absurdo”, aseveró.

Con temores de fraude, los comicios serán en 146 de los 153 municipios y los ocho restantes en enero próximo. La pugna principal es entre el FSLN y la Alianza Partido Liberal Constitucionalista (de derecha), con otras tres pequeñas fuerzas.