A PARECIDA, Brasil.- La fuga de católicos hacia otros cultos; la aplicación de la doctrina de la Iglesia en todos sus aspectos; los desafíos de la globalización y del relativismo moral, son algunos de los temas que serán debatidos en la quinta edición de la Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), por indicación del papa Benedicto XVI, desde hoy y hasta el próximo 31 de mayo.

Pero aunque los temas políticos sólo fueron abordados tangencialmente por el Santo Padre, figuran en algunos de los documentos que más de 300 cardenales, obispos y representantes de los episcopados latinoamericanos comenzarán a debatir.

"Es muy posible que el Papa aborde la cuestión del autoritarismo en América Latina", adelantó en días pasados Claudio Hummes, ex obispo de Sao Paulo y actual responsable de la Congregación de la Fe.

Hasta ahora, el Pontífice se ha limitado a cuestionar algunos modelos económicos y a advertir que los políticos "necesitan tener un espíritu de veracidad y honestidad". Pero, según Hummes, a Benedicto XVI le preocupan "las señales de nacionalismo que están surgiendo, los populismos y demagogia en algunos países".

La Iglesia católica mantiene, desde hace un par de años enfrentamientos en distintos países de la región. La de Venezuela con el gobierno de Hugo Chávez, por los reiterados ataques del presidente; la de Bolivia, por el intento de la administración Morales de quitar la educación religiosa de las escuelas; y la de Argentina porque en su autoritarismo desbocado, el kirchnerismo en el poder insiste en que el cardenal Jorge Bergoglio es el "jefe de la oposición", en vista de que los mayores cuestionamientos al estilo autoritario del gobierno y a los casos de corrupción en la esfera política parten justamente de los líderes de la Iglesia.

"Tenemos grandes expectativas, pero por ahora no puedo decir nada más", señaló el obispo auxiliar de Guadalajara, José Leopoldo González González. Para uno de los miembros de la delegación colombiana que participará del encuentro, "la hoja de ruta la tendremos cuando se abra la reunión", y añadió que tienen esperanza de que "podamos llegar a conclusiones de peso como en Medellín (1968, cuando se adoptaron los lineamientos de Concilio Vaticano II) y en Puebla (1979, con el nuevo plan pastoral para la Iglesia).