BAGDAD (Reuters).- Saddam Hussein agradeció a sus carceleros estadounidenses mientras lo enviaban a cumplir su pena de muerte el sábado pasado, afirmó ayer un general estadounidense.

"Saddam estaba serio, como siempre, y fue cortés con los guardias de la policía militar estadounidense", dijo el mayor general William Caldwell en una conferencia de prensa en Bagdad. "Les agradeció por la manera como lo habían tratado y les dijo adiós".

"Su carácter cambió en la prisión cuando los guardias iraquíes asumieron el control", dijo Caldwell. El fiscal Munkith al-Faroon, presente en la ejecución, dijo que Saddam pareció "asustado" cuando fue llevado por los guardias iraquíes a un cuarto contiguo a la cámara donde sería ahorcado.

Pero el ex gobernante recobró su compostura cuando los detalles de su condena por crímenes contra la humanidad fueron leídos.

"Saddam habló respetuosamente bien a nuestra policía militar, como siempre lo había hecho, le dijo adiós a su intérprete", dijo Caldwell.

Un médico militar de EU responsable de la salud de Saddam en prisión dijo esta semana que el ex gobernante nunca se quejó, mientras pasaba los días escribiendo, cuidando sus plantas y alimentando a sus aves.

En tanto, la empresa estadunidense Herobuilders creó un muñeco de Hussein, con una soga al cuello, simulando su ejecución. Cualquiera que accese a la página electrónica de Herobuilders puede adquirir el muñeco, de 30 centímetros, vestido con una camiseta en la que se lee la leyenda "imbécil colgado".