LA PAZ/SAN SALVADOR (Agencias).- La firma ayer de la llamada "ley del muro" por parte del presidente de EU, George W. Bush, que autoriza levantar una barda en la frontera con México, generó una oleada de indignación y críticas de organismos internacionales y líderes de América Latina.

Así, para el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría, "el muro no es la solución" y la decisión de construirlo es resultado de una situación política particular en EU.

A su vez, el presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH), el mexicano Luis García de Alba, también criticó el proyecto para intentar contener la inmigración ilegal: "Desde el punto de vista estrictamente de derechos humanos (erigir el muro) representa una violación. Los muros reviven una política excluyente, de rechazo a los emigrantes".

Por su parte, el gobierno de Honduras dio a conocer que la XVI Cumbre Iberoamericana, a realizarse en noviembre próximo en Montevideo, Uruguay, condenará la construcción de un muro por parte de EU en la frontera con México. Se informó que los jefes de Estado y de gobierno de Iberoamérica analizarán en su cónclave las políticas calificadas como antiinmigrantes que han promulgado algunos países como Estados Unidos.

Ayer mismo, la VIII Conferencia Internacional de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, concluida en Bolivia, expresó su rechazo a las barreras físicas que son levantadas por algunos países para tratar de evitar la migración en el mundo.

La declaración final sostiene que "los muros ponen en peligro los derechos fundamentales inherentes a las personas emigrantes", según dijo el defensor del Pueblo de Bolivia, Waldo Albarracín.

El encargado de negocios de la embajada de Perú en México, David Gamarra Silva, dijo en tanto que la nueva ley en nada resuelve el problema de la seguridad en la región y es una afrenta para México y los países de Centro y Sudamérica.

Al mismo tiempo, el vicecanciller salvadoreño, Eduardo Cálix, afirmó que el muro en la frontera EU-México no detendrá la inmigración ilegal y afirmó que su país trabajará por conseguir beneficios migratorios para sus compatriotas. Además, la Asamblea Legislativa salvadoreña aprobó un pronunciamiento en contra del muro.